El ángel de la cárcel: El viaje de la Madre Antonia de Beverly Hills a una vida de servicio en una cárcel mexicana

Título original:

The Prison Angel: Mother Antonia's Journey from Beverly Hills to a Life of Service in a Mexican Jail

Contenido del libro:

Los ganadores del Premio Pulitzer 2003 de reportaje internacional cuentan la asombrosa historia de Mary Clarke. A los cincuenta años, Clarke abandonó su cómoda vida en los suburbios de Los Ángeles para seguir una llamada espiritual y cuidar de los presos de una de las cárceles más tristemente célebres de México. De hecho, se trasladó a una celda para vivir entre capos del narcotráfico y ladronzuelos. Ha guiado a muchos de ellos a través de profundas transformaciones espirituales que les han alejado de sus vidas delictivas, y ha conmovido profundamente las vidas de todos los que han sido testigos de la profundidad de su compasión. Vistiendo el hábito de monja, se convirtió en la Madre Antonia, conocida como "el ángel de la cárcel", y ahora ha organizado una nueva comunidad de hermanas, las Siervas de la Undécima Hora, viudas y divorciadas que buscan un nuevo sentido a sus vidas. "Nunca habíamos oído una historia como la suya", escriben Jordan y Sullivan, "una historia de una bondad tan poderosa".

Nacida en Beverly Hills, Clarke creció rodeada del glamour de Hollywood y ella misma parecía una estrella, una hermosa rubia que recordaba a Grace Kelly. El coreógrafo Busby Berkeley la vio en un restaurante y le ofreció trabajo, pero el sueño de Mary era ser una esposa y madre feliz. Crió a siete hijos, pero sus dos matrimonios insatisfactorios acabaron en divorcio. A finales de los años sesenta, en la madurez, empezó a dedicarse a obras de caridad y se dio cuenta de que tenía un talento extraordinario para conseguir donativos para los enfermos y los pobres.

En una misión benéfica a través de la frontera mexicana, en Tijuana, capital del narcotráfico, visitó la prisión de La Mesa y experimentó la intensa sensación de haber encontrado el verdadero trabajo de su vida. Como ella recuerda, "sentí que había vuelto a casa". Recibiendo las bendiciones de la Iglesia católica para su misión, el 19 de marzo de 1977, a la edad de cincuenta años, se trasladó a una celda de La Mesa, durmiendo en una litera con presas por encima y por debajo de ella. Casi veintiocho años después, sigue viviendo en esa celda, y el extraordinario poder de su consejo espiritual a las presas se ha convertido en legendario.

La historia tanto del profundo viaje de descubrimiento y crecimiento de una mujer como de los profundos despertares espirituales que ha provocado en tantas almas perdidas, El ángel de la prisión es un asombroso testamento de los poderes de la transformación personal.