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God and the City
Dios y la ciudad, basado en la Lección de Aquino pronunciada en la Universidad de Dallas en 2022, pretende pensar la política ontológicamente. En otras palabras, busca reflexionar, no sobre alguna
Teoría política u otra, ni sobre la legitimidad de la acción política o el carácter distintivo de determinados regímenes, sino sobre la naturaleza del orden político en cuanto tal, y cómo este orden implica la.
Cuestiones fundamentales de la existencia, las relativas al hombre, al ser y a Dios.
Aristóteles, y el Aquinate después de él, identificaron la metafísica y la política como ciencias "arquitectónicas", ya que cada una concierne en cierto sentido a la totalidad de la realidad, de la que las ciencias particulares estudian una parte.
Las ciencias particulares estudian una parte. En el primer capítulo de este libro se argumenta que, del mismo modo que la metafísica, al estudiar el ser como un todo, no puede dejar de abordar la cuestión de Dios en algún aspecto, también la política, la ordenación de la vida humana en su conjunto, implica necesariamente la existencia de Dios. En este sentido, el proyecto liberal moderno se ha engañado a sí mismo al intentar hacer de la religión un asunto privado, en lugar de genuinamente político. No podemos organizar la existencia humana sin hacer alguna afirmación, implícita o explícita, sobre la naturaleza de Dios y su relación con el mundo.
El segundo capítulo aborda este tema desde la dimensión antropológica. Como afirmaba Platón, "la ciudad es el alma en sentido amplio" si el hombre es religioso por naturaleza, no puede ser correctamente.
Si el hombre es religioso por naturaleza, no puede ser correctamente comprendido, y el bien humano no puede ser debidamente asegurado y fomentado, si la "cuestión de Dios" queda "fuera del corchete" del orden propiamente político. Además, si no reconocemos la.
Además, si no reconocemos la dimensión esencialmente política de la relación con Dios, seremos incapaces de captar adecuadamente la presencia de Dios en el Cuerpo (eclesial y sacramental) de Cristo: Dios no puede ser real en la.
Dios no puede ser real en la Iglesia como Iglesia si no lo es también en la ciudad como ciudad (y viceversa).
En su De regno, el Aquinate afirma célebremente que "el rey es en el reino lo que el alma es en el cuerpo y lo que Dios es en el mundo". El capítulo tercero ofrece un cuidadoso estudio de la.
Relación cuerpo-alma para iluminar, por un lado, la naturaleza de la autoridad política y, por otro, el modo preciso en que Dios está presente en la comunidad humana.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)