Puntuación:
Dios, el Rey Invisible» de H.G. Wells presenta una perspectiva única sobre Dios y la religión, desafiando las creencias convencionales, en particular el dogma cristiano. Mientras que algunos lectores consideran que sus puntos de vista son esclarecedores e incitan a la reflexión, otros están en total desacuerdo y los critican por carecer de lógica. El libro se considera una obra filosófica perspicaz para quienes estén interesados en explorar puntos de vista alternativos sobre la espiritualidad.
Ventajas:El libro ofrece una visión única de la espiritualidad y critica el dogma religioso establecido, presentando una perspectiva de Dios que invita a la reflexión. Muchos lectores aprecian la valentía de Wells al exponer sus creencias poco convencionales y consideran valiosa su filosofía. Algunos lo consideran una lectura rápida, lo que lo hace accesible a los interesados en el tema.
Desventajas:Algunos lectores encuentran el contenido ridículo y poco razonado, lo que les lleva a no terminar el libro. Se critica que sea difícil de digerir para quienes tienen puntos de vista opuestos. Otros opinan que el material puede no ser adecuado para lectores que busquen una guía espiritual convencional.
(basado en 11 opiniones de lectores)
God the Invisible King
Tal vez todas las religiones, a menos que el llameante comienzo del mahometanismo sea una excepción, han amanecido imperceptiblemente en el mundo. Hace poco tiempo la cosa no existía y de repente se ha encontrado en existencia, y ya en estado de difusión.
La gente ha empezado a oír hablar de la nueva creencia primero aquí y luego allá. Es interesante, por ejemplo, rastrear cómo el cristianismo llegó a la conciencia del mundo romano. Pero cuando una religión ha sido interrogada siempre ha tenido hasta ahora un relato de sus comienzos, el nombre y la historia de un fundador.
La religión renaciente que está tomando forma ahora, al parecer, no tuvo fundador ni señala orígenes. Es la Verdad, declaran sus creyentes, siempre ha estado aquí, siempre ha sido visible para quienes tenían ojos para ver. Tal vez sea más clara de lo que era y para más gente, eso es todo.
Es como si aún no se hubiera dado cuenta de su propia diferencia. Muchos de los que la sostienen siguen pensando en ella como si fuera una especie de cristianismo. Algunos, aprovechando una frase de Huxley, hablan de él como un cristianismo sin teología.
No conocen el credo del que son portadores. Tiene, de hecho, una teología muy fina y sutil, rotundamente opuesta a cualquier creencia que pudiera, excepto por un gran estiramiento de la caridad y la imaginación, llamarse cristianismo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)