Puntuación:
El libro ofrece un relato conmovedor y revelador de las experiencias de Nellie Bly en el manicomio de Blackwell Island, poniendo de relieve el trato inhumano que recibían los pacientes y los fallos de los profesionales médicos a finales del siglo XIX. Combina una perspectiva histórica con una narrativa personal, reflexionando sobre la difícil situación de las mujeres en los manicomios durante esta época e instando a la reforma social.
Ventajas:El libro ofrece una atractiva narración en primera persona, que arroja luz sobre las terribles condiciones de los manicomios, la rápida desestimación de las pacientes como dementes y la valentía de Bly como periodista. Los lectores aprecian su contexto histórico, su profundidad emocional y las cuestiones éticas que plantea sobre el tratamiento de la salud mental. A muchos les pareció fácil de leer y esclarecedor, con una narración convincente impregnada de empatía.
Desventajas:Algunos lectores señalaron que el estilo de redacción puede ser ampuloso y algo anticuado, lo que en ocasiones lo hace menos accesible. Además, aunque la narración es impactante, a algunos no les pareció tan dramática como esperaban, y se mencionan erratas en algunas ediciones, lo que puede empañar la experiencia de lectura.
(basado en 827 opiniones de lectores)
Ten Days in a Mad-House
En 1887, Nellie Bly irrumpió en la oficina del New York World, uno de los principales periódicos del país. Expresó su interés por escribir un artículo sobre la experiencia de los inmigrantes en Estados Unidos. Aunque el redactor rechazó el artículo, la retó a investigar uno de los manicomios más famosos de Nueva York. Bly no sólo aceptó el reto, sino que decidió fingir una enfermedad mental para ser admitida y sacar a la luz el trato que recibían los pacientes. Con este valiente y audaz acto, Bly consolidó su legado como una de las periodistas más destacadas de la historia.
Nellie Bly nació como Elizabeth Jane Cochran el 5 de mayo de 1864. Su familia era propietaria de un lucrativo molino en Cochran, Pensilvania. A los seis años, Bly perdió a su padre. Incapaz de mantener la tierra o su casa, la familia se mudó. Su madre también se volvió a casar, pero más tarde se divorció debido a los malos tratos. Mientras estudiaba en la Escuela Normal de Indiana, Elizabeth añadió una "e" a su apellido y pasó a llamarse Elizabeth Jane Cochrane. Debido a la crisis económica familiar, no pudo terminar sus estudios. Ya sin estudios, Bly se centró en ayudar a su madre a llevar una pensión. Un día, una disgustada Bly decidió escribir una carta abierta al editor del Pittsburgh Dispatch. Su breve pero importante artículo señalaba la representación negativa que el periódico hacía de las mujeres. El director no sólo leyó la respuesta de Bly, sino que publicó su refutación y le ofreció un puesto como columnista. Como escritora de periódicos, adoptó el seudónimo de Nellie Bly. Aunque Bly era una columnista popular, a menudo se le pedía que escribiera artículos dirigidos sólo a mujeres.
Deseosa de escribir obras dirigidas tanto a hombres como a mujeres, Bly empezó a buscar un periódico que le permitiera escribir obras más serias. En 1886, se trasladó a Nueva York. Como mujer, a Bly le resultó extremadamente difícil encontrar trabajo. Tras fingir una enfermedad mental durante diez días, el New York World publicó los artículos de Bly sobre su estancia en el manicomio de Blackwell's Island en una serie de seis partes. Diez días en un manicomio convirtió rápidamente a Bly en una de las periodistas más famosas de Estados Unidos. Además, su enfoque práctico de las historias se convirtió en una práctica que ahora se denomina periodismo de investigación. La exitosa carrera de Bly alcanzó nuevas cotas cuando decidió dar la vuelta al mundo tras leer el popular libro La vuelta al mundo en 80 días. Su viaje sólo duró 72 días, lo que supuso un récord mundial. Bly sólo lo ostentaría durante unos meses.
En 1895, Bly se casó con el millonario Robert Seamen y se retiró del periodismo. El marido de Bly murió en 1903, dejándole el control de una enorme empresa manufacturera. En los negocios, su curiosidad y su espíritu independiente florecieron. Bly llegó a patentar varios inventos relacionados con la fabricación de aceite, muchos de los cuales se siguen utilizando hoy en día. En sus últimos años Bly volvió al periodismo, cubriendo el movimiento por el sufragio femenino y la Primera Guerra Mundial. Mientras seguía trabajando como escritora, Bly murió de neumonía el 27 de enero de 1922. (womenshistory.org)
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)