Puntuación:
En general, los lectores encontraron esclarecedor e impactante el relato de Nellie Bly sobre sus experiencias en el manicomio de Blackwell Island, que revela el espantoso trato que recibían los pacientes a finales del siglo XIX. Aunque muchos apreciaron la importancia histórica y la valentía de Bly, algunos señalaron problemas de estilo y edición.
Ventajas:⬤ Una descripción perspicaz y reveladora de la vida en los manicomios en la década de 1880.
⬤ El valiente reportaje de investigación de Bly condujo a importantes reformas en las prácticas de salud mental.
⬤ Atractiva narración que capta la dura realidad a la que se enfrentan las mujeres.
⬤ Importancia histórica y relevancia para la historia de la salud mental.
⬤ Buena legibilidad, fácil de entender a pesar del período de tiempo.
⬤ Algunos críticos señalaron que la redacción podía ser ampulosa o prolija.
⬤ Las erratas y los problemas de edición mermaron la experiencia de lectura para algunos.
⬤ Para algunos lectores, el tema era pesado y difícil de digerir.
⬤ La falta de elementos dramáticos puede decepcionar a quienes busquen una narración más emocionante.
(basado en 827 opiniones de lectores)
Ten Days in A Madhouse
Diez días en un manicomio es el relato real del confinamiento de la periodista de investigación Nellie Bly en un manicomio. En 1887, la joven reportera entró en el manicomio bajo la apariencia de locura para investigar los rumores de brutalidad y negligencia en el infame manicomio de Blackwell's Island, en Nueva York. El manicomio carecía de fondos suficientes, estaba superpoblado y plagado de escándalos. En la década de 1880, los dementes no eran tratados como pacientes, sino como locos peligrosos que debían ser controlados por la fuerza, confinados en celdas y mantenidos fuera de la vista del público.
Antes de que Bly comenzara su investigación, el famoso escritor Charles Dickens visitó la institución y escribió: "... todo tenía un aire de manicomio, apático y holgazán, que resultaba muy doloroso. El idiota abatido, encogido con el pelo largo y revuelto.
El maníaco farfullante, con su horrible risa y su dedo puntiagudo.
El ojo ausente, el rostro feroz y salvaje, el sombrío hurgarse de las manos y los labios, y mordisquearse las uñas: allí estaban todos, sin disfraz, en desnuda fealdad y horror".
Una vez internada, le resultó casi imposible salir. "Desde el momento en que entré en el pabellón de dementes de la isla", escribe Bly, "no hice ningún intento por mantener el supuesto papel de loca. Hablaba y actuaba como en la vida ordinaria. Pero, por extraño que parezca, cuanto más cuerdo hablaba y actuaba, más loco me consideraban todos....". Atrapada, Bly se vio atormentada por la comida podrida, los crueles cuidadores y las condiciones de hacinamiento y enfermedad. Tras hablar con otros pacientes, se convenció de que muchos estaban tan cuerdos como ella. De hecho, el personal del manicomio, algunos de los cuales eran convictos de la prisión cercana, era más aterrador que los internos.
Fue incapaz de convencer a los médicos de que no era una lunática y de que la dejaran libre. Sólo con la ayuda de su editor pudo escapar y escribir sobre su angustiosa experiencia atrapada en un manicomio.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)