Disarmament and Decommissioning in the Nuclear Domain
Tras la adquisición de la bomba atómica por cinco estados, las Naciones Unidas comenzaron a redactar varios tratados para limitar la proliferación nuclear. Estos esfuerzos fracasaron, ya que otros cuatro estados también adquirieron armas nucleares.
En una línea similar, se inició un intento de limitar las armas atómicas, principalmente dentro de las dos superpotencias. Aunque el número de armas ha disminuido, las nuevas bombas que se fabrican ahora son más potentes y precisas, lo que anula cualquier reducción en el número. En el ámbito del uso nuclear civil, todas las instalaciones nucleares (reactores, fábricas, etc. ) tienen una vida útil limitada.
Una vez cerrada definitivamente una central, estas instalaciones deben ser clausuradas y desmanteladas. Estas operaciones son difíciles, largas y costosas.
Además, el desmantelamiento genera grandes volúmenes de residuos radiactivos de diversas categorías, incluidos los residuos de larga vida y de alta actividad. Los riesgos para el medio ambiente y la salud no son desdeñables durante el desmantelamiento.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Agencia para la Energía Nuclear (AEN) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) han elaborado numerosas publicaciones con recomendaciones. Cada Estado tiene su propia estrategia de desmantelamiento (inmediato o diferido) y su plan final para el emplazamiento, ya sea devolverlo a su estado original u obtener una licencia de emplazamiento nuclear con seguimiento durante siglos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)