Del zen a la fenomenología

Título original:

From Zen to Phenomenology

Contenido del libro:

El encuentro entre Japón y Occidente planteó la cuestión de si puede haber entendimiento mutuo entre civilizaciones tan aparentemente diferentes. Los intelectuales japoneses vinieron a Europa para estudiar el pensamiento occidental y descubrieron que el positivismo y el pragmatismo imperantes eran inadecuados, y recurrieron a la fenomenología como una forma de abordar la conciencia, no disponible en otras corrientes filosóficas occidentales.

Del Zen a la Fenomenología abre las dimensiones esenciales de la fenomenología trascendental y la vía del Zen para desvelar la conjunción entre estas dos «escuelas» de la conciencia. La investigación ofrecida en el texto rastrea los orígenes del Zen hasta el budista Nagarjuna, presentando sus argumentos de que todas las pretensiones explicativas de la conciencia están «vacías». En el Zen, el fenómeno de la vacuidad es un «lugar» representado como basho donde cualquier cosa puede aparecer sin obstrucciones.

La tarea, en el texto, es mostrar cómo se puede alcanzar tal «lugar» excluyendo las afirmaciones de algunos eruditos japoneses y occidentales en cuanto a los «objetivos» del Zen. La introducción de «objetivos» es igualmente un obstáculo y debe evitarse, del mismo modo que debe descartarse el apego a una «escuela» Zen específica.

Los análisis fenomenológicos de la conciencia del tiempo muestran la presencia de un dominio que se compone de flujo y permanencia, de modo que ambos aspectos se dan como «marcadores de posición» vacíos para cualquier realidad posible de cualquier cultura. La conciencia de estos aspectos no es ni lo uno ni lo otro, por lo que puede aparecer a través de ambos como símbolos «primigenios» que fluctúan entre sí. Si decimos que todo cambia, nos encontramos con la permanencia de esta afirmación, y si decimos que todo es permanente, nos encontramos con un esfuerzo por mantener dicha permanencia - ambos revelan un «movimiento» entre ellos, que comprende un «lugar» para cualquier comprensión de un mundo explicado en cualquier cultura.

Este es el ámbito en el que el Zen y la fenomenología trascendental encuentran su «terreno sin suelo». (Nova)