De sueños y asesinos

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Título original:

Of Dreams and Assassins

Contenido del libro:

De sueños y asesinos es la urgente y rítmica cuarta novela de Malika Mokeddem, la segunda que publica en inglés. Nacida en Argelia en el seno de una familia beduina recién sedentarizada, Mokeddem creció gracias a las historias de su abuela, que la animó a estudiar en una época en la que las niñas no iban a la escuela. Aunque creció en una versión tolerante del Islam, Mokeddem sintió el peso de las costumbres y la tradición. De sueños y asesinos, aunque no es estrictamente autobiográfica, evoca a través de la belleza, la inmensidad y el calor opresivo del desierto el temprano anhelo de libertad de Mokeddem. A través de su heroína, Kenza, y su simultánea rebelión e inmersión en los clásicos literarios en un internado, la novela dramatiza las posibilidades de las mujeres para expresar su identidad.

Kenza es una exiliada, primero en su propia sociedad y después en Francia. Nacida durante una visita a Montpellier en el año de la independencia argelina, regresa con su madre a Orán y descubre que su padre ha tomado otra esposa. Su madre se marcha sola para no volver jamás. La posterior búsqueda de Kenza de sí misma a través de la madre que no conoce, narrada con franqueza en primera persona, refleja la lucha de las mujeres argelinas por hacerse un lugar en una sociedad que las ha despojado de sus derechos a pesar de su crucial participación en la guerra por la independencia. La asfixiante infancia de Kenza en casa de su bullicioso y lascivo padre sólo se ve interrumpida por los veranos en el desierto, donde los dátiles "se vuelven de color marrón dorado y brillan como pequeños racimos de soles que se burlan de los niños". Al final, Kenza, como la propia Mokeddem, abandona su hogar para ir a la escuela en Montpellier, porque ya no puede tolerar la vida en Argelia.

De sueños y asesinos es una protesta, contra la subyugación de la mujer en Argelia y la violencia de los últimos diez años, perpetrada por la guerrilla musulmana integrista. En el exilio, Kenza pone su esperanza en el metissage, la mezcla de culturas encarnada por el personaje de Slim, su amigo y confidente, que convive felizmente con sus orígenes mestizos. La historia de Kenza dramatiza la creencia de Mokeddem de que el futuro de Argelia está en sus mujeres y en la educación; sólo a través de la liberación y la educación puede redimirse el dolor del exilio de Kenza.