Puntuación:
El libro es un excelente estudio comparativo de los grupos yihadistas en el África subsahariana, elogiado por su magistral examen y su atractivo estilo de redacción. Proporciona esclarecedoras clasificaciones de cómo operan estos grupos en diferentes contextos, lo que lo hace accesible y ameno tanto para profesionales como para lectores ocasionales.
Ventajas:Magistral examen de los grupos yihadistas, esclarecedoras clasificaciones de las operaciones, estilo de redacción fácil y ameno, accesible tanto para profesionales como para lectores ocasionales, nuevas perspectivas incluso para los analistas.
Desventajas:Algunos lectores desearían que fuera más largo y que incluyera más información sobre temas específicos como las redes ISIS/AQ.
(basado en 1 opiniones de lectores)
Horn, Sahel, and Rift: Fault-Lines of the African Jihad
Los atentados de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar es Salaam atestiguan la presencia duradera de Al Qaeda en África, pero las organizaciones radicales de inspiración islamista del continente han acaparado mucha atención últimamente, fruto de sus campañas de violencia insurgente y terrorista dirigidas contra el Estado en Argelia, Somalia, Nigeria, Malí, Burkina Faso, Níger, Tanzania, Etiopía, Uganda, Yibuti y Kenia. Entre estos grupos se encuentran Al Qaeda en el Magreb Islámico, Harakat Al Shabaab, Boko Haram, el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental y Ansar Dine.
Este libro explica por qué la idea de la yihad sigue viva en el África subsahariana, incluso después de más de treinta años de esfuerzos occidentales y mundiales por reducirla, y cómo las organizaciones más importantes se forman por la interacción entre las dinámicas locales y globales, a menudo infravaloradas.
Stig Jarle Hansen lleva más de quince años investigando el islamismo violento radical africano y está bien situado para explicar cómo y por qué surgieron estos grupos, si manifiestan algún rasgo específico en comparación con otros islamistas violentos y cuál es probable que sea su impacto más allá del continente africano. También analiza la respuesta de los gobiernos africanos y occidentales a este fenómeno.
Los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar-es-Salaam atestiguan la presencia duradera de Al Qaeda en África, pero las organizaciones radicales de inspiración islamista en el continente han acaparado mucha atención últimamente, fruto de sus campañas de violencia insurgente y terrorista dirigidas contra el Estado en Argelia, Somalia, Nigeria, Malí y Kenia. Entre estos grupos se encuentran Al Qaeda en el Magreb Islámico, Harakat Al Shabaab, Boko Haram, el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental y Ansar Dine. Han aparecido indicios que sugieren que, más allá de compartir objetivos políticos, también colaboran en términos de financiación, propaganda, transferencia de armas y adiestramiento, mientras que los gobiernos occidentales creen que algunos de ellos mantienen vínculos con Al Qaeda central.
Stig Jarle Hansen lleva más de diez años investigando el islamismo violento radical africano y está bien situado para explicar cómo y por qué surgieron estos grupos, si manifiestan algún rasgo específico en comparación con otros islamistas violentos y cuál es probable que sea su impacto más allá del continente africano. También analiza la respuesta de los gobiernos africanos y occidentales a este fenómeno.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)