Puntuación:
El libro «Cómo me hice monja», de César Aira, presenta una exploración única de la infancia a través de una serie de conmovedoras y extrañas viñetas. Aunque alabado por su profundidad psicológica y su imaginativa narrativa, también es criticado por su desorganización y la falta de una trama convencional. Algunos lectores encontraron el principio y el final efectistas, mientras que otros apreciaron la estructura episódica. La ambigüedad de género del protagonista y los elementos surrealistas polarizaron las opiniones.
Ventajas:⬤ Profunda visión psicológica de la infancia.
⬤ Estilo narrativo único y atractivo.
⬤ Caracterización vívida y exploración de la vida interior.
⬤ Hilarante con momentos de absurdo.
⬤ Prosa bien escrita que evoca fuertes respuestas emocionales.
⬤ Estructura desorganizada con falta de trama lineal.
⬤ Principio y final percibidos como efectistas.
⬤ Algunos capítulos se leen como historias cortas independientes más que como una narración cohesionada.
⬤ No apto para lectores que esperan una narración convencional.
⬤ Reacciones encontradas a la ambigua representación de género de la protagonista.
(basado en 15 opiniones de lectores)
How I Became a Nun
La idea de que los nativos americanos viven en perfecta armonía con la naturaleza es uno de los mitos contemporáneos más preciados. Pero, ¿hasta qué punto es cierta esta imagen exagerada? Según el antropólogo Shepard Krech, los primeros humanos de Norteamérica demostraron toda la inteligencia, el interés propio, la flexibilidad y la capacidad de cometer errores de los seres humanos de cualquier lugar. Como dijo Nicholas Lemann en The New Yorker, "Krech es algo más que un revolucionario de la sabiduría convencional.
Tiene algo más importante que decir: .... Conceptos como ecología, despilfarro, preservación e incluso mundo natural (distinto del humano) son totalmente anacrónicos cuando se aplican a los indios de la época anterior a la colonización europea de Norteamérica". "Ofrece un retrato más complejo de los pueblos nativos americanos, un retrato que rechaza las mitologías, incluso aquellas que tanto los europeos como los nativos americanos desearían abrazar" -- Washington Post"Mi historia, la historia de 'cómo me hice monja', comenzó muy pronto en mi vida.
Acababa de cumplir seis años. El principio está marcado por un recuerdo vívido, que puedo reconstruir hasta el último detalle. Antes, no hay nada, y después, todo es una prolongación del mismo recuerdo vívido, continuo e ininterrumpido, incluidos los intervalos de sueño, hasta el momento en que tomé el velo". Así comienza la asombrosa novela "autobiográfica" de César Aira. Intensa y perfecta, esta narración inventada de la experiencia infantil eriza de humor dramático cada etapa del crecimiento: el primer helado, la escuela, la lectura, los juegos, la amistad. La novela comienza en el pueblo natal de Aira, Coronel Pringles. A medida que crece la conciencia de sí misma, la historia se precipita en un torrente de anécdotas que transforman un mundo de felicidad sin sobresaltos en otra cosa: la anécdota se convierte en aventura, y la aventura, en fábula, y luego en leyenda. Entre la memoria y el olvido, la realidad y la ficción, Cómo me hice monja de César Aira conserva los principales tesoros de la infancia: la realidad de la fábula y el delirio de la invención.
Pocos días después de cumplir cincuenta años, Aira se fijó en el delgado borde de la luna, visible a pesar del sol naciente. Cuando su mujer le explicó el fenómeno, se sorprendió de que durante cincuenta años no hubiera sabido nada de "algo tan obvio, tan visible". Esta epifanía le llevó a escribir Cómo me hice monja. Con un sutil y melancólico sentido del humor reflexiona sobre sus fracasos, sobre el sentido de la vida y la importancia de la literatura.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)