Clay Allison

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Contenido del libro:

A la mayoría de los escritores les impresionan tres cosas de la vida de Clay Allison: Que tuvo una pelea con un dentista para sacarle una muela; que recorrió las calles de Canadian, Texas, vestido sólo con una pistolera; y que regresó a Tennessee para casarse con su novia de la infancia. Quizá ninguno de estos incidentes sea capaz de excitar la imaginación del lector inteligente, pero tienden a despertar la curiosidad por este famoso personaje del Oeste.

Once años de investigación y treinta mil millas de viaje son los puntales sobre los que el autor construyó esta historia. No es de extrañar que se le ocurriera un ser humano sorprendentemente capaz de hazañas más encomiables que las de otros personajes legendarios del Oeste a los que recurren la mayoría de los escritores de folclore occidental. Las historias emocionantes de pistoleros no siempre son verdaderas.

Aquí encontramos ambas cosas combinadas.

"Oriental de nacimiento pero sureño de corazón, el padre Stanley Francis Louis Crocchiola tuvo tantas vocaciones como nombres", dice su biógrafa, Mary Jo Walker. "De joven, ingresó en el sacerdocio católico y durante casi medio siglo sirvió a su iglesia con gran celo en diversas funciones, intentando compaginar las de profesor, pastor, historiador y escritor".

Con poco dinero o tiempo libre, también se las arregló para escribir y publicar ciento setenta y siete libros y folletos relacionados con su región adoptiva bajo su seudónimo, F. Stanley. La inicial de ese nombre no significa Padre, como muchos han supuesto, sino Francisco, que Louis Crocchiola adoptó, con el nombre de Stanley, en el momento de su ordenación como fraile franciscano en 1938.

Todos los títulos de F. Stanley han alcanzado ya la categoría de costosas piezas de coleccionista. Esta nueva edición de la serie Southwest Heritage de Sunstone incluye un nuevo prólogo de Marc Simmons, un extracto de la biografía de F.

Stanley por Mary Jo Walker, un homenaje a F. Stanley por Jack D.

Rittenhouse (también de la biografía) y un artículo sobre Clay Allison por Norman Cleaveland.