Cielos napolitanos

Título original:

Neapolitan Skies

Contenido del libro:

"La voz de Bernadette Anderson ya no se oculta, sino que se libera en estos poemas. Muchos se basan en el teatro de la vida cotidiana. Desde su cómoda zona de café, observa a otras personas y se imagina a sí misma "tejida en las coloridas telas de los viajes de los demás". Teje con una tela más densa cuando se adentra en el autodescubrimiento: ira ante el amor tóxico en "Squeeze", donde las tijeras de podar de "Pruning" se transforman en un arma asesina de pasión.

El amor y la angustia maternos y el amor curativo de los animales. En poemas con forma, como "Concrete", suelda imágenes cortas y nítidas en memorables patrones visuales en los que el yo se ve desbordado. Desde los colores helados del cielo vespertino en un paseo normal con su perro, en el poema que da título al libro, hasta la ternura de sus "poemas maternales", Bernadette nos lleva a su propio viaje mágico y misterioso. En Cielos napolitanos nos deleitamos con una voz poética única". - Sue Cook.

"Lo que más me llama la atención en los poemas de Bernie Anderson es el sentido de lo humano en la naturaleza, literalmente algo maravilloso. Sus encuentros con las cosas mundanas de la vida, y con la gente, son metáforas de su ansia de buscar más allá. La imagen principal de "Hilos" es una metáfora maravillosa, sinónimo del anhelo de recomponerlos. El agua de color caqui acre de "Estanque de patos", el dramatismo de la lluvia que se aproxima en "Petrichor" y la hoja desnuda de "Encontré un poema" son imágenes vívidas e impactantes. También hay una fuerte sensación de estar esperando a que ocurra algo, pero sin estar nunca seguro del siguiente paso. Escalera" resume el dilema de forma gráfica y hermosa. No sólo se da cuenta de todo, sino que se fija en todo, como en "Sinners Wall". En definitiva, una lectura muy gratificante y a menudo profundamente conmovedora". - Ros Schulz.

"Los poemas de Cielos napolitanos se deshacen en la boca. La astuta visión del mundo de Bernie Anderson es colorista, sensual y a menudo espiritual. Con ojo para los pequeños detalles y para fijarse en las travesuras y debilidades de sus congéneres, pinta retratos poéticos y escenas honestas, vívidas y sorprendentes. Siempre sensible y respetuosa con la naturaleza y las personas, Anderson transmite una sensación de atemporalidad, de conexión entre la historia y el presente, entre la familia y la psique y entre los vivos y los muertos. Me encanta especialmente la forma en que esta poesía capta la esencia del dolor y la alegría, de la naturaleza y de criaturas como caballos y perros. Cielos napolitanos es una impresionante colección de poesía inteligente, observadora y emotiva". - Jude Aquilina.