Caravana de mártires: Sacrificio y atentados suicidas en Afganistán

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Título original:

Caravan of Martyrs: Sacrifice and Suicide Bombing in Afghanistan

Contenido del libro:

¿Qué impulsa a una persona a atarse un chaleco cargado de explosivos al cuerpo y hacerse estallar en una calle abarrotada? Los estudiosos han respondido a esta pregunta centrándose en la patología de la «mente terrorista» o en las prácticas de «lavado de cerebro» de las organizaciones terroristas. En Caravan of Martyrs, David Edwards sostiene que debemos entender el auge de los atentados suicidas en relación con las creencias culturales y las prácticas rituales asociadas al sacrificio.

Antes de que comenzara la guerra en Afganistán, el sacrificio de una oveja demostraba el deseo de paz de una tribu. Tras la invasión soviética de 1979, con la muerte de miles de personas, el sacrificio adquirió nuevos significados. Los muertos fueron venerados como mártires, pero esta concesión informal de estatus a las víctimas de la guerra pronto se convirtió en la base de un culto a los mártires explotado por los líderes políticos en su propio beneficio. Esta primera reutilización de la maquinaria del sacrificio puso en marcha un proceso de mutación que llevaría a diecinueve árabes que habían recibido su entrenamiento en Afganistán a secuestrar aviones el 11 de septiembre y que, con el tiempo, transformaría lo que empezó como un culto a los mártires creado por un pequeño grupo de yihadistas afganos en la dispersión transnacional de terroristas suicidas que atormenta nuestro mundo actual.

Basándose en años de investigación en la región, Edwards rastrea la transformación del sacrificio utilizando un amplio abanico de fuentes, como la poesía primitiva de la yihad, revistas ilustradas de mártires, cartillas escolares y manuales legales, hagiografías de mártires, vídeos producidos por terroristas suicidas, el manual de instrucciones rituales utilizado por los secuestradores del 11-S y los mensajes de Facebook a través de los cuales los «talifanes» contemporáneos promueven las virtudes de la autodestrucción.