Caminos para la paz: Enfoques integradores para prevenir conflictos violentos

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Título original:

Pathways for Peace: Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict

Contenido del libro:

Hoy en día, los conflictos violentos son complejos y cada vez más prolongados, e implican a más grupos no estatales y actores regionales e internacionales. Se calcula que para 2030 -el horizonte fijado por la comunidad internacional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible- más de la mitad de los pobres del mundo vivirán en países afectados por altos niveles de violencia.

Las tecnologías de la información y la comunicación, los movimientos de población y el cambio climático también están creando riesgos compartidos que deben gestionarse tanto a escala nacional como internacional. Caminos para la paz es un estudio conjunto de las Naciones Unidas y el Grupo del Banco Mundial que nace de la convicción de que la atención de la comunidad internacional debe volver a centrarse urgentemente en la prevención. Un sistema ampliado de acción preventiva ahorraría entre 5.000 y 70.000 millones de dólares al año, que podrían reinvertirse en reducir la pobreza y mejorar el bienestar de las poblaciones.

El estudio pretende mejorar la forma en que los procesos de desarrollo interno interactúan con la seguridad, la diplomacia, la mediación y otros esfuerzos para evitar que los conflictos se conviertan en violentos. Subraya la importancia de los agravios relacionados con la exclusión -por ejemplo, el acceso al poder, a los recursos naturales, a la seguridad y a la justicia- que están en el origen de muchos conflictos violentos actuales.

Basándose en una revisión de casos en los que la prevención ha tenido éxito, el estudio formula recomendaciones para los países que se enfrentan a riesgos emergentes de conflictos violentos, así como para la comunidad internacional. Las políticas y programas de desarrollo deben ser una parte esencial de los esfuerzos preventivos; cuando los riesgos son elevados o se están acumulando, se requieren soluciones integradoras a través del diálogo, políticas macroeconómicas adaptadas, reformas institucionales y políticas redistributivas.

La inclusión es clave, y la acción preventiva debe adoptar un enfoque más centrado en las personas que incluya la integración de la participación ciudadana. Aumentar la participación de las mujeres y los jóvenes en la toma de decisiones es fundamental para mantener la paz, así como políticas a largo plazo que aborden las aspiraciones de las mujeres y los jóvenes.