Puntuación:
El libro de Fulton J. Sheen es muy apreciado por su contenido inspirador, su facilidad de lectura y su aplicabilidad a la vida moderna. Los críticos aprecian sus profundas ideas y sus breves segmentos, ideales para la lectura diaria.
Ventajas:⬤ Fácil de leer e inspirador
⬤ profunda sabiduría relevante para la sociedad contemporánea
⬤ breves segmentos ideales para la lectura diaria
⬤ bien escrito y anima a la superación personal
⬤ ayuda a forjar un camino de paz en tiempos estresantes
⬤ muy recomendado por muchos lectores.
No se observan desventajas significativas; algunos lectores expresaron su deseo de haber leído las obras de Sheen en una etapa anterior de su vida.
(basado en 32 opiniones de lectores)
Way to Inner Peace
El arzobispo Fulton J. Sheen (1895-1979) tenía el don de conectar con personas de todas las religiones. En lugar de limitar su ministerio a los católicos de su diócesis, este hombre devoto utilizó medios populares como la radio y la televisión para llegar a millones de personas.
El arzobispo Sheen fue también un escritor prolífico, con casi 70 libros publicados a lo largo de su vida. Camino hacia la paz interior, publicado en 1954, explora ocho temas diferentes en el camino hacia una vida de satisfacción y serenidad. Con cuatro o cinco capítulos breves sobre cada tema, esta obra constituye un excelente devocionario diario.
El primer tema, Paz interior, también podría haberse titulado Humildad. "Un hombre orgulloso se cree mejor de lo que es", escribe el arzobispo Sheen, "y cuando se le critica siempre cree que su prójimo está celoso o le guarda rencor". ¡Cuántas veces vemos esto en el mundo actual de las redes sociales! ¿Y con qué frecuencia criticamos a los demás a pesar de saber tan poco de sus vidas o situaciones? Esta falta de humildad es un ladrón de nuestra paz interior.
Sobre el tema de la bondad, Mons. Sheen nos dice que encontramos aquello que buscamos en nuestras vidas. Cuando pasamos por alto el bien en favor del escándalo y las fechorías, entonces invitamos a estos males a entrar en nuestros corazones. Escribe: "... la falacia es que el hombre siempre piensa que esta perfección le llega sin su propio esfuerzo o el ejercicio de su propia voluntad". La perfección interior debe ganarse mediante el reconocimiento de que somos imperfectos, pero que la perfección existe en Dios.
En cuanto a la Felicidad, no se trata simplemente de crear alegría, sino de trabajar activamente para disipar la tristeza y la melancolía. La psicología nos dice que la tristeza nos lleva a "... adoptar una visión de la vida más oscura de lo que los hechos justifican". Así, la tristeza conduce al pesimismo...". Pero hay una solución: las Escrituras. Cuando interiorizamos el hecho de que "... somos amados por Dios", y que ante el conocimiento, cualquier tristeza o descontento es nuestra propia locura, entonces podemos desechar la sombra y vivir en la luz de la alegría de Dios.
La sección Virtud incluye capítulos sobre el desinterés y los males de la falta de sinceridad, así como un capítulo sobre la guerra. A nivel macro, la guerra puede parecer fuera de lugar en una sección sobre la virtud del individuo. Pero cuando nos acercamos al nivel micro, vemos que la guerra es el síntoma de los fallos morales de cada uno de nosotros. "Cuando la civilización está formada por millones de hombres y mujeres que están en guerra consigo mismos, no pasará mucho tiempo hasta que las comunidades, las clases, los estados y las naciones estén en guerra entre sí".
Otra clave para la paz interior es el Aprendizaje. Esta capacidad es un don, ya que "... el hombre es la única criatura en el universo que tiene el poder de poder mirarse en un espejo... ver sus faltas y sus buenas acciones, y así estar contento o enfadado consigo mismo a la luz de su conciencia". Ser capaces de asombrarnos ante el mundo, de aprender y de conocernos y mejorarnos a nosotros mismos: sólo a través de esa humildad podemos alcanzar la sabiduría.
Con la Sabiduría viene el conocimiento de cuándo hablar y cuándo callar. Nos enseña a practicar la paciencia y nos ayuda a evitar juzgar a los demás. Quien quiera ser sabio debe escuchar más y hablar menos.
En la sección titulada Tú, el arzobispo Sheen advierte contra los vicios del odio y el juicio. Pero no estamos solos en nuestras luchas, pues podemos pedir ayuda a Dios. Acorrala los malos pensamientos con el bien, pues "Una mente llena de ideas de amor y belleza tiene poco espacio para las malas nociones".
Por último, está la Fe. En la oración y la fe, encontramos alivio a nuestras cargas y preocupaciones. Cuando tenemos la humildad de mirar hacia dentro, ver nuestras faltas con los ojos abiertos y suplicar la ayuda y el perdón de Dios, entonces estamos en nuestro mejor momento.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)