Born to Write: Literary Families and Social Hierarchy in Early Modern France
Es fácil olvidar lo profundamente arraigadas en la jerarquía social que estaban la literatura y el saber que nos han llegado del mundo europeo de principios de la Edad Moderna. De la ficción a la filosofía, de la poesía a la historia, obras de todo tipo surgieron de y a través de la jerarquía social que era un hecho fundamental de la vida cotidiana. Prestarle atención cambia la forma en que podemos entender e interpretar las propias obras, ya sean canónicas y conocidas o en gran parte olvidadas. Pero hay un segundo hecho, relacionado con el anterior, que también se pasa por alto: las obras también emanaban a menudo de las familias, no sólo de los individuos.
Las familias fueron fuerzas motrices en la producción -es decir, en la composición, edición, traducción o publicación- de innumerables obras. Los parientes colaboraron entre sí, se editaron mutuamente o continuaron las obras inacabadas de familiares fallecidos; algunos imitaron o se inspiraron en las obras de parientes fallecidos hace mucho tiempo. La razón por la que este segundo hecho (sobre las familias) está relacionado con el primero (sobre la jerarquía social) es que las familias eran en la época un medio social básico a través del cual se reclamaba, mantenía, amenazaba o perdía el estatus social. La producción de obras literarias era una de las muchas maneras en que las familias reivindicaban su lugar en el mundo social. Sin embargo, el proceso era a menudo tenso, difícil o decepcionante. Si las familias creaban obras como una forma de legado sociocultural que pudiera seguir beneficiando a sus futuros miembros, no todos los miembros se beneficiaban por igual; las mujeres a veces producían o reclamaban el legado para sí mismas, pero a menudo quedaban al margen de él. Los parientes a veces discrepaban amargamente sobre la historia familiar, la identidad (sobre todo religiosa) y, por tanto, sobre la imagen de sí mismos y de su familia que deseaban proyectar más ampliamente en la sociedad a través de sus obras escritas, ya fueran impresas o manuscritas. Así pues, aunque la familia era un medio social fundamental del que surgieron tantas obras, ese proceso podía ser conflictivo a la vez que armonioso.
El papel entrelazado de la familia y la jerarquía social dentro de la producción literaria se explora en este libro a través del caso de Francia, desde finales del siglo XV hasta mediados del XVII. Se estudian aquí en detalle algunas familias, como la del poeta francés más leído de la época, Cl�ment Marot. Pero también se cuantifica la amplitud de este fenómeno: se identifican unas doscientas familias que contienen cada una más de un productor literario, y en el caso de una familia unas extraordinarias veintisiete.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)