Ayuno racional para el rejuvenecimiento físico, mental y espiritual

Título original:

Rational Fasting For Physical, Mental, & Spiritual Rejuvenation

Contenido del libro:

2022 Reimpresión de la primera edición de 1926. Facsímil exacto de la edición original y no reproducido con software de reconocimiento óptico.

Ehret consideraba que la causa principal de las enfermedades era la acumulación de mucosidad en el tubo digestivo durante toda una vida. El moco que reside en el cuerpo se vuelve mórbido y consiste en "sustancias alimenticias no digeridas, descompuestas y retenidas, todas ellas en estado de fermentación y putrefacción." (Ehret, 1922, p. 5) Al no tener ninguna función ni utilidad en el organismo, la mucosidad mórbida, junto con las masas de heces acumuladas y los alimentos no digeridos, da lugar a un ambiente interno tóxico que crea las condiciones ideales para el estreñimiento.

El estreñimiento, la enfermedad de la suciedad interna, fue identificado por Ehret como la consecuencia inevitable derivada de la "dieta de la civilización".

Su lista de alimentos formadores de mucosidad incluía lácteos, huevos, productos feculentos y farináceos, así como grasas y aceites que también forman la base de adhesivos y pegamentos, y presentan propiedades similares en el interior de los intestinos, provocando que el "tracto digestivo... no sólo se obstruya por el estreñimiento, sino que literalmente (esté) pegado con mucosidad pegajosa y heces".

(Ehret, 1922, p. 8) Ehret fue muy explícito sobre algunos de los alimentos que evitaba. En mayúsculas y negrita, escribe: "DECLARO ABSOLUTAMENTE LA GUERRA A LA CARNE Y AL ALCOHOL; mediante la fruta y una alimentación moderada se disminuyen radicalmente estos grandes males." (Ehret, 1926, p.

14). Como alternativa, Ehret promovió su Dieta sin Mucosidad que "consiste en fruta fresca y madura y verduras sin almidón". (Ehret, 1922, p.

10) Razonaba: "Las frutas, las verduras de hoja verde y las verduras sin almidón no contienen estas sustancias pastosas, pegajosas y mucosas y son alimentos naturales; sin embargo, los médicos y los profanos les han dado poco crédito." (Ehret, 1922, p. 8) En su protocolo dietético, estos alimentos maravillosos de la Naturaleza tenían el poder de disolver la capa de mucosidad incrustada que se encuentra en los intestinos estreñidos.

Él explica el mecanismo: "El azúcar de las frutas provoca y desarrolla su fermentación y forma gases. Esta fermentación tan temida de las inmundicias interiores es otro proceso de agitación necesario para prepararlas para la eliminación. El almidón y el pegamento ácidos y fermentados pierden su capacidad pegajosa en cuanto fermentan".

(Ehret, 1922, p.

8)