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El Ari procedía de la Torá, era un experto en los Escritos, la Misná, el Talmud, el Midrash, Maaseh Bereshit y Maaseh Merkavah. En todos los diferentes niveles de profecía, sus detalles y en qué nivel los profetas tuvieron sus revelaciones.
Entendía el silbido de los árboles, la hierba y las piedras, el lenguaje de los pájaros y otros animales, las conversaciones de los ángeles, el parpadeo de una vela. Podía leer las líneas de la mano o del rostro, como se describe en el Zohar (2:74b). Podía discernir todo lo que una persona había hecho y ver lo que iba a hacer en el futuro.
Podía leer los pensamientos de una persona, incluso antes de que el pensamiento entrara en su mente. Veía los acontecimientos futuros y sabía todo lo que ocurría aquí o estaba escrito en los cielos.
Comprendía los misterios de la reencarnación, quién había nacido antes o se había encarnado por primera vez. Podía hablar con el alma de la persona que tenía delante, averiguar sus encarnaciones anteriores, lo que había hecho desde el día en que nació hasta ahora y cuál era su Tikun actual.
Podía contarle a una persona sus fracasos en su vida anterior y por qué había vuelto a la vida actual. Podía mirar a alguien y hacerle saber cómo estaba conectado a niveles espirituales superiores y cuál era su raíz original en Adam Harishon.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)