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El libro «Alesia 52 a.C.» es un relato detallado y bien ilustrado del asedio de César a Alesia y ofrece una visión completa de la Guerra de las Galias. Es elogiado por su claridad de redacción, su contenido informativo y su excelente material gráfico, lo que lo convierte en un recurso ideal tanto para eruditos como para lectores ocasionales. El volumen ofrece una exploración exhaustiva de la campaña, las figuras clave y las tácticas militares empleadas durante el asedio. Sin embargo, algunos lectores señalaron que las primeras páginas de la sección de la campaña eran algo confusas y desorganizadas.
Ventajas:⬤ Completa visión general del asedio y de la Guerra de las Galias.
⬤ Excelentes ilustraciones y mapas que mejoran la comprensión.
⬤ Redacción clara y accesible, atractiva tanto para lectores ocasionales como para historiadores.
⬤ Cronología útil y perfiles de figuras clave, como César y Vercingetórix.
⬤ Ofrece valiosa información sobre el contexto político y militar de la época.
⬤ Las páginas iniciales de la sección de campaña están brevemente ejecutadas y pueden resultar incoherentes.
⬤ Algunas reseñas señalaron errores menores, como traducciones y términos históricos.
⬤ Un lector señaló un problema de empaquetado, que no afectaba al contenido pero desmerecía la presentación.
(basado en 32 opiniones de lectores)
Alesia 52 BC: The Final Struggle for Gaul
Las legiones de César asediaron al ejército galo de Vercingétorix en una de las batallas tácticamente más asombrosas de todos los tiempos. Superados en número 6:1, los romanos construyeron líneas de asedio orientadas hacia dentro y hacia fuera e impidieron que los galos rompieran el cerco. La campaña que condujo a la batalla puso de manifiesto el ingenio de ambos bandos, aunque al final César consolidó su fama en estas acciones.
En el 52 a.C., la continua estrategia de aniquilación de César había engendrado un espíritu de desesperación, que detonó en una revuelta de las tribus galas bajo el liderazgo del carismático y joven noble arverno Vercingetórix. Aunque el pueblo galo compartía una lengua y una cultura comunes, forjar una coalición entre las ferozmente independientes tribus fue una hazaña prácticamente imposible, y fue un tributo a la personalidad y habilidad de Vercingetórix.
Al principio, la estrategia de Vercingétorix consistía en atraer a los romanos a una batalla campal. Vercingétorix fue derrotado contundentemente en la batalla campal contra César en Noviodunum, a la que siguió el saqueo romano de Avaricum. Sin embargo, la acción que siguió en Gergovia supuso el revés más serio al que se enfrentó César en toda la Guerra de las Galias. Vercingétorix inició una astuta política de guerra menor y maniobras defensivas, que dificultó gravemente los movimientos de César al cortarle los suministros. Para César iba a ser un verano sombrío: toda su empresa gala se enfrentaba a la liquidación.
En cualquier caso, César triunfó gracias a su brillante liderazgo, a la fuerza de sus armas y, en ocasiones, a la pura suerte. Esto culminó en el asedio de Alesia (al norte de Dijon), que el propio César narra brillantemente (Bellum Gallicum 7. 68-89). Con sus 80.000 guerreros y 1.500 jinetes atrincherados en la cima de una meseta en Alesia, Vercingetórix, que había perdido la estrella, creía que Alesia era inexpugnable. Al mando de menos de 50.000 legionarios y auxiliares, César inició el asedio. Vercingétorix envió entonces a su caballería para reunir refuerzos de toda la Galia y, a su vez, César construyó una contravalación y una circunvalación, una doble muralla de fortificaciones alrededor de Alesia, orientada hacia el oppidum y en dirección contraria. Cuando llegó el ejército galo de socorro, los romanos se enfrentaron a los guerreros de Alesia más unos 250.000 guerreros y 8.000 jinetes que atacaban desde el exterior. César empleó hábilmente sus líneas interiores, sus fortificaciones y el mayor entrenamiento y disciplina de sus hombres para contrarrestar la ventaja gala, pero tras dos días de duros combates, su ejército se vio presionado hasta el límite. Al tercer día, los galos, equipados con fascinas, escalas y garfios, capturaron el ángulo noroeste de la circunvalación, que constituía un punto crucial en las obras de asedio romanas.
Desesperado, César dirigió personalmente a sus últimas reservas en un contraataque a vida o muerte, y cuando sus jinetes germanos flanquearon a los galos y los tomaron por la retaguardia, la batalla cambió decisivamente. El poderoso ejército de relevo fue rechazado.
Finalmente, Vercingétorix admitió su derrota y todas las fuerzas se rindieron al día siguiente. Alesia sería la última resistencia significativa a la voluntad romana en la Galia. Involucró a prácticamente todas las tribus galas en una derrota desastrosa, y hubo suficientes cautivos como para que cada legionario recibiera uno para vender como esclavo. En un sentido muy real, Alesia simbolizó la extinción de la libertad gala. Las rebeliones irían y vendrían, pero nunca más un caudillo galo independiente de Roma volvería a dominar a los celtas de la Galia.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)