Puntuación:
Las reseñas del libro reflejan una mezcla de intriga por el tema de los hombres de la ley occidentales, pero ponen de relieve importantes problemas relacionados con la edición y la profundidad del contenido. Los lectores apreciaron las interesantes figuras históricas y fotografías pero criticaron la falta de rigor y calidad en la redacción.
Ventajas:⬤ Temática atractiva sobre los hombres de la ley menos conocidos del Oeste de EE.UU.
⬤ interesante para lectores con formación en el cumplimiento de la ley
⬤ contiene fotografías relevantes
⬤ ofrece una variedad de figuras históricas sobre las que aprender.
⬤ Mala edición con numerosos errores ortográficos y gramaticales
⬤ puede parecer superficial y repetitivo
⬤ carece de profundidad en la exploración de personajes
⬤ presenta una visión algo sesgada contra ciertas figuras históricas como Wyatt Earp
⬤ no es muy completo
⬤ muchos detalles están fácilmente disponibles en línea.
(basado en 5 opiniones de lectores)
Lawmen of the Wild West
Sin duda era uno de los trabajos más duros. Enfrentados a criminales despiadados, pistoleros de gatillo fácil y forajidos varios, los agentes de la ley del Viejo Oeste intentaban, y a veces morían, poner orden en sus pueblos y comunidades.
Había alguaciles, comisarios y agentes contratados por la población local y cuya autoridad se limitaba a los límites de la ciudad. También estaban los sheriffs de condado, elegidos por los ciudadanos para mantener la paz en el condado, o los Texas Rangers y Arizona Rangers, que actuaban bajo la jurisdicción de los gobernadores de sus respectivos estados y, más tarde, de los US Marshals. Los Alguaciles de los Estados Unidos eran nombrados por el Presidente de los Estados Unidos y tenían autoridad para actuar en cualquier lugar de los Estados Unidos y ocuparse de la delincuencia federal. Cada uno de estos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley empleaba a sus propios ayudantes, todos ellos con las mismas facultades para hacer cumplir la ley.
Algunos creían que los antiguos criminales serían los agentes de la ley más eficaces. En consecuencia, en algunos casos se contrató a célebres pistoleros como alguaciles municipales para ayudar a imponer la ley y el orden en algunas de las ciudades más anárquicas. Estos agentes tuvieron que enfrentarse a bandas como la de Dalton, los hermanos James y Rufus Buck, que no dudaban en violar y asesinar a gente inocente porque sí. Estos forajidos se escondían con frecuencia en el Territorio Indio, donde no existía ninguna ley que permitiera extraditarlos. La única ley fuera del Territorio Indio era la del juez Isaac Parker, que administraba las normas con mano de hierro; las horcas de Fort Smith son testimonio de su labor.
Los requisitos necesarios para ser agente de la paz en el Salvaje Oeste a menudo estaban determinados únicamente por la habilidad del individuo con el arma y su valor. A veces era necesario juzgar en cuestión de segundos, y eso también significaba que había ocasiones en las que la justicia y la ley nunca significaban lo mismo. La expresión "justicia sin ley" nunca fue más cierta que en los años de formación de Occidente.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)