Abajo

Opiniones de los lectores

Las reseñas de las memorias de Leonora Carrington destacan su estilo narrativo convincente e intimista, marcado por una mezcla de naturalidad y surrealismo. Muchos lectores aprecian la visión de la vida de Carrington y la profundidad emocional de sus experiencias con la enfermedad mental. Sin embargo, algunos encuentran el relato inconexo y menos atractivo en comparación con otras obras del género.

Estilo narrativo convincente, tono íntimo y crudo, fascinante visión de la vida de Carrington, relevante para los lectores interesados en la salud mental y el surrealismo, prosa bella y onírica, valiosa contribución a la comprensión de la perspectiva de una artista.

La historia es inconexa y difícil de seguir; algunos opinan que la introducción es excesiva; sentimientos encontrados sobre la profundidad de las memorias en comparación con otras obras; a algunos les ha parecido menos atractivo de lo esperado.

(basado en 18 opiniones de lectores)

Título original:

Down Below

Contenido del libro:

Una impresionante obra de memorias y una inolvidable descripción de la brillantez y la locura de una de las figuras más convincentes del Surrealismo.

En 1937 Leonora Carrington, que más tarde se convertiría en una de las grandes pintoras de lo extraño, lo alarmante y lo salvaje del siglo XX, era una estudiante de arte de diecinueve años en Londres, guapa y rebelde sin complejos. En una cena conoció al artista Max Ernst. Ambos se enamoraron y pronto se fueron a vivir y pintar juntos a una granja de la Provenza.

En 1940, el ejército invasor alemán detuvo a Ernst y lo envió a un campo de concentración. Carrington sufrió un brote psicótico. Lloró durante horas. Su estómago se convirtió en "el espejo de la tierra" -de todos los mundos en un universo hostil- y trató de purificar el mal vomitando compulsivamente. Cuando los alemanes se acercaban al sur de Francia, un amigo convenció a Carrington para que huyera a España. Ante la llegada "de robots, de seres irreflexivos y descarnados", preparó una maleta que llevaba en una placa de latón la palabra Apocalipsis.

Éste fue sólo el principio de un viaje hacia la locura que acabaría con Carrington recluida en una institución mental, abrumada no sólo por sus terribles imaginaciones sino por el sádico tratamiento de su médico. En Abajo describe su calvario -en el que se combinaron por igual lo agonizante y lo maravilloso- con una precisión asombrosa, casi impersonal, y sin rastro de autocompasión. Al igual que las Memorias de mi enfermedad nerviosa, de Daniel Paul Schreber, Abajo hace suya la lógica alucinatoria de la locura.