You Don't Look Like Anyone I Know: Una historia real de familia, ceguera facial y perdón

Opiniones de los lectores

Las memorias de Heather Sellers exploran sus experiencias al crecer en una familia disfuncional mientras se enfrenta a la prosopagnosia, o ceguera facial. Recoge su viaje hacia el autodescubrimiento y la comprensión, detallando tanto las dificultades del pasado como su evolución como persona. Aunque la narración es sincera y visualmente atractiva, algunos lectores encontraron difícil la estructura narrativa.

Sellers escribe con honestidad e imágenes vívidas, lo que hace que las memorias sean convincentes y comprensibles. Muchos lectores apreciaron su exploración de temas complejos, como la ceguera facial y la dinámica familiar, y su capacidad para transmitir emociones con profundidad. El libro se considera esclarecedor, especialmente para quienes no están familiarizados con la prosopagnosia, y ofrece valiosas perspectivas sobre el trauma y la resiliencia.

Las memorias comienzan de forma sombría, y algunos críticos opinan que la primera mitad no se centra en la ceguera facial, que es el tema principal. La estructura narrativa es inconexa y recuerda a las anotaciones de un diario. Algunos lectores también señalaron que el tratamiento de ciertos temas familiares era superficial, minimizando otras experiencias significativas, como el alcoholismo de su padre.

(basado en 92 opiniones de lectores)

Título original:

You Don't Look Like Anyone I Know: A True Story of Family, Face Blindness, and Forgiveness

Contenido del libro:

Unas memorias familiares «conmovedoras» ( Boston Globe ) que dan un nuevo significado a la retrospectiva, la perspicacia y el perdón.

Heather Sellers tiene ceguera facial, es decir, prosopagnosia, una rara afección neurológica que describe la incapacidad para reconocer caras. Al crecer, sin ser consciente de la razón de su confusión y ansiedad perpetuas, tomaba las pistas que podía del habla, el peinado y la forma de andar.

La verdad se reveló dos décadas después, cuando Heather llevó a casa al hombre con el que se casaría para que conociera a sus padres y descubrió la asombrosa verdad sobre su familia, sobre sí misma y sobre vivir con una enfermedad mental. En estas edificantes memorias, Sellers ilumina una verdad más profunda: que incluso en la más caótica y desgarradora de las familias, el amor puede verse y sentirse.