Y se hizo la luz: Las extraordinarias memorias de un héroe ciego de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial

Opiniones de los lectores

Las memorias de Jacques Lusseyran, «Y se hizo la luz», narran su trayectoria como invidente que desempeñó un papel importante en la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Comparte sus experiencias de crecer ciego, organizar la resistencia contra los nazis, soportar los horrores de un campo de concentración y, finalmente, encontrar la fuerza interior y la alegría en medio de la oscuridad.

El libro ha sido elogiado por su narrativa inspiradora y conmovedora, que destaca la resistencia, el carácter y la luz interior de Lusseyran. Proporciona una visión única de las experiencias de una persona ciega durante una época tumultuosa, y muchos lectores lo encontraron profundamente edificante. La escritura se considera bella y poética, y ofrece profundas reflexiones sobre la humanidad, el valor y la lucha contra la desesperación.

A algunos lectores les pareció que la primera mitad del libro era lenta y demasiado filosófica, que a veces se hacía larga y requería perseverancia. También hubo comentarios sobre el deseo de conocer con más detalle las actividades de la Resistencia francesa y la vida de posguerra de Lusseyran. Algunos consideraron que la longitud del libro era excesiva, lo que dificultaba su lectura.

(basado en 135 opiniones de lectores)

Título original:

And There Was Light: The Extraordinary Memoir of a Blind Hero of the French Resistance in World War II

Contenido del libro:

El libro que ayudó a inspirar Toda la luz que no podemos ver, de Anthony Doerr.

Una edición actualizada de este clásico de las memorias de la Segunda Guerra Mundial, elegido como uno de los 100 mejores libros espirituales del siglo XX, con un nuevo suplemento fotográfico y pasajes restaurados de la edición original en francés.

Cuando Jacques Lusseyran era un escolar parisino de ocho años, quedó ciego en un accidente. Terminó sus estudios decidido a participar en el mundo que le rodeaba. En 1941, cuando tenía diecisiete años, ese mundo era la Francia ocupada por los nazis. Lusseyran formó un grupo de resistencia con cincuenta y dos chicos y utilizó sus sentidos agudizados para reclutar a los mejores. Finalmente, Lusseyran fue arrestado y enviado al campo de concentración de Buchenwald en un transporte de dos mil combatientes de la resistencia. Fue uno de los treinta supervivientes del transporte. Su apasionante historia es una de las descripciones más impactantes y perspicaces de la vida y la superación de la ceguera, o de cualquier otro reto, jamás publicadas.