Wilmington, salvaje, perversa, en tiempos de guerra

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Título original:

Wild, Wicked, Wartime Wilmington

Contenido del libro:

Cuando Estados Unidos entró en guerra consigo mismo, Wilmington era la ciudad más grande de Carolina del Norte. Desde la imponente grandeza de la mansión Bellamy, que dominaba un ajetreado puerto, hasta el ferrocarril Wilmington & Weldon, que en aquella época presumía de ser la línea ferroviaria más larga del mundo, la ciudad portuaria era un ejemplo bullicioso de la industria sureña.

Pero cuando llegó el conflicto, la ciudad se convirtió en una pieza clave en los esfuerzos bélicos del gobierno confederado. Paddy's Hollow contaba con más de treinta tabernas, y los asesinatos se sucedían con alarmante frecuencia. Las prostitutas ofrecían sus servicios a los miles de soldados que pasaban por la ciudad, mientras las autoridades civiles y militares intentaban mantenerlo todo bajo control.

La policía local era deplorablemente inadecuada para mantener la paz frente a las tropas amotinadas que habían presenciado los horrores de lugares como Chickamauga y Gettysburg. Los médicos actuaron heroicamente para salvar vidas, luchando contra las enfermedades, las desfiguraciones del campo de batalla y la muerte con muy pocos medicamentos y suministros de todo tipo.

Civiles, ferrocarriles y oficiales militares competían por unos recursos demasiado escasos, mientras en alta mar el bloqueo de la Unión del que se convirtió en el último puerto abierto de la Confederación se hacía más estrecho cada día que pasaba. Los diez años de investigación de Robert J.

Cooke han dado como resultado una imagen de Wilmington que se asemeja más a la Dodge City del Salvaje Oeste que a una elegante ciudad de antebellum.