Puntuación:
El libro ofrece una visión exhaustiva de las películas de Frankenstein, abarcando notables adaptaciones desde la época muda hasta las interpretaciones modernas. Incluye ensayos de expertos y ofrece sinopsis detalladas, lo que lo convierte en un valioso recurso para los aficionados al género.
Ventajas:El libro ha sido elogiado por su exhaustiva cobertura de las principales películas de Frankenstein, sus detallados ensayos y la inclusión de fotografías poco comunes, en particular de adaptaciones anteriores como la versión de 1910. Se describe como una lectura esencial para los entusiastas del cine de terror.
Desventajas:Algunas críticas señalan que las fotografías son exclusivamente en blanco y negro, lo que le resta atractivo visual, y que se desean actualizaciones para incluir películas más recientes estrenadas después de la publicación del libro.
(basado en 5 opiniones de lectores)
We Belong Dead: Frankenstein on Film
La nueva edición de We Belong Dead ha sido revisada e incluye un nuevo capítulo de Gary J. Svehla, The Evolution of Hammer's Baron Frankenstein.
Este libro es un testimonio de la perdurabilidad de la novela original de Mary Shelley. El hecho de que hoy en día el nombre de Frankenstein siga suscitando una respuesta emocional inmediata habla de la universalidad del mito de Frankenstein. A lo largo del siglo XX, el monstruo de Frankenstein se convirtió en todo para todo el mundo.
Era el marginado social que aún tenía cualidades redentoras.
Era el solitario, el forastero torturado con el que la mayoría de nosotros podíamos identificarnos. Era el símbolo del miedo y de la muerte, la criatura mejor muerta que aún acechaba los laboratorios de la ciencia egocéntrica.
Se convirtió en la metáfora de la ciencia malograda... era el Lado Oscuro antes de La Guerra de las Galaxias. Se convirtió en el símbolo de que la vida, por patética que fuera, siempre era mejor que la muerte.
El Monstruo representaba a una criatura que a veces quería morir pero no podía. El Monstruo se convirtió en el espejo en el que el espectador de la película podía ver la crueldad de una sociedad insensible que creaba y luego abandonaba sus propias abominaciones. Independientemente de que veamos al monstruo de Frankenstein como el hombre del saco, como metáfora, como espíritu afín o como espejo de la sociedad, lo cierto es que Mary Shelley no sabía lo que había hecho durante aquel atormentado verano de 1816, y este volumen es el último esfuerzo de una serie relativamente corta que trata de explicar, a través del cine del pasado y del presente, el significado de las inmortales palabras de Boris Karloff en La novia de Frankenstein (1935): "We belong dead" ("Pertenecemos a los muertos").
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)