Puntuación:
La novela «Wardenclyffe», de F. Paul Wilson, entrelaza acontecimientos históricos en torno a los experimentos de Nikola Tesla con elementos ficticios del universo de la «Historia Secreta». Los lectores familiarizados con la obra de Wilson apreciarán las conexiones con su mito más amplio, mientras que los entusiastas de Tesla encontrarán intrigantes los elementos especulativos. La historia es trepidante, atractiva y ofrece un clímax emocionante. Sin embargo, algunos lectores la criticaron por basarse en clichés y tropos fantásticos, lo que resta valor al contexto histórico.
Ventajas:⬤ Narrativa atractiva y trepidante
⬤ ricas interconexiones con la Historia Secreta
⬤ bien escrito con un clímax satisfactorio
⬤ fuertes elementos históricos relacionados con el trabajo de Tesla
⬤ los fans de F. Paul Wilson y Tesla pueden encontrarlo particularmente agradable.
⬤ Algunos elementos pueden parecer tópicos o demasiado fantásticos
⬤ algunas afirmaciones carecen de pruebas históricas serias
⬤ puede no resultar atractivo para quienes busquen un relato estrictamente histórico
⬤ la narración se inclina a veces hacia clichés de fantasía y terror.
(basado en 53 opiniones de lectores)
Extracto del editorial de The Journal of New Historical Perspectives, Vol. 3, nº 4, 2011:
La noche del 15 de julio de 1903, Nikola Tesla encendió su torre de 190 pies en Wardenclyffe, en la costa norte de Long Island. Los rayos de energía que irradiaban de la cúpula apical eran visibles hasta en New Haven, Connecticut. Fue la primera y la última vez que alguien presenció un espectáculo semejante. Tres años más tarde, arruinado e incapaz de conseguir más financiación, Tesla abandonó la torre Wardenclyffe y su sueño de energía inalámbrica mundial. Regresó a Manhattan, donde sufrió una crisis nerviosa.
Eso dicen los libros de historia.
Pero han aparecido nuevas pruebas de que una tenebrosa orden fraternal intervino y proporcionó una generosa financiación después de que J. P. Morgan renegara. Los testigos afirman que las pruebas de la torre continuaron, pero sólo en los días de niebla, cuando las descargas pasaban desapercibidas. La prueba final tuvo lugar el 18 de abril de 1906. Al amanecer, en medio de una espesa niebla, la torre se cargó al máximo de su capacidad; al otro lado del Atlántico, en Abereiddy (Gales), se clavaron en el suelo dos puntas de cobre unidas a una bombilla de 50 vatios. La bombilla se encendió. Tesla había demostrado que la energía inalámbrica en todo el mundo era posible.
¿Por qué entonces, en el momento de su mayor reivindicación, Nikola Tesla abandonó su proyecto? ¿Qué pudo ocurrir aquel día en Wardenclyffe para que se pusiera tan nervioso y negara al mundo su tecnología transformadora? Quizá nunca lo sepamos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)