Life, Luck and Liaisons
Los años cincuenta en Nueva Zelanda fueron días de gloria. Era una época de despreocupación para los niños, cuyos padres por fin se alegraban de que la guerra hubiera terminado.
Todos trabajaban juntos para reconstruir sus vidas y miraban al futuro. Ayudaba a mi padre cuando podía, fumigando los huertos, cosechando, haciendo heno y asistía a una escuela rural y me mezclaba con las familias maoríes locales. A los once años fui a un internado en Auckland.
Fue un cambio radical y, además de mis estudios regulares, aprendí a ser independiente y a pensar por mí mismo.
Al salir de la escuela, mis padres tenían en mente una educación terciaria para mí. Tenía en mente incorporarme al mundo laboral.
Mis padres cedieron y dejé la escuela con la intención de dedicarme a la agricultura. Trabajé en distintos tipos de granjas en Nueva Zelanda, y luego pasé una temporada en Australia, trabajando en técnicas de cultivo en grandes extensiones. Cuando estuve suficientemente cualificado, empecé a trabajar con mi padre en la granja familiar de la región de Waikato.
Tras un tiempo en la granja, me di cuenta de que no podía trabajar amistosamente con mi padre y pedí la excedencia. Durante dos años fui tripulante de dos yates diferentes en aguas del Pacífico y de Indonesia. Fue un periodo de aventura y desarrollo personal que me ha proporcionado muchas de las anécdotas que he relatado aquí.
Cuando regresé a la granja familiar, era evidente que mi padre y yo seguíamos sin poder trabajar juntos. Abandoné la granja para siempre y me dirigí a la ciudad en busca de lo que se me pusiera por delante.
Trabajé en varios empleos ocasionales hasta que pude permitirme viajar y volé a Londres con la promesa de un trabajo allí. Un nuevo comienzo, otro libro.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)