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They Shall See His Face: The Story of Amy Oxley Wilkinson and Her Visionary Blind School in China
Amy Oxley Wilkinson fue probablemente la misionera australiana más conocida en China y Occidente a principios del siglo XX. Era bisnieta del capellán colonial Samuel Marsden y nieta del célebre explorador John Oxley. Tras rescatar a un niño ciego abandonado, fundó en Fuzhou una innovadora escuela para niños ciegos que hoy es una importante institución en la provincia de Fujian. Su marido, el Dr. George Wilkinson, creó el primer hospital de la ciudad e introdujo un programa para hacer frente a la omnipresente lacra de la adicción al opio.
El enfoque holístico y profesional de Amy en la educación de discapacitados le valió el reconocimiento nacional y, más tarde, internacional. En 1920, el presidente de la nueva república china le concedió la Orden del Grano de Oro, la más alta condecoración que podía recibir un extranjero. Dos años más tarde, Amy y la banda de música de la Escuela fueron presentadas a la Reina María de Inglaterra.
La historia de Amy pone de relieve la importancia de la contribución de Australia al desarrollo de la China moderna y es un reto para cualquiera que se comprometa a hacer que su vida cuente para los demás.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)