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A lo largo del viaje se recorrieron muchos caminos. Me fui de casa a una edad temprana, y cuando apenas tenía dieciséis años todos estos caminos llegaron a su fin.
Entonces seguí recorriendo los caminos que se presentaban. Dondequiera que arrastraran los pies se convertía en el nuevo camino. No había nadie a quien acompañar.
Después de todos estos años, sigo sin estar segura de nada.
¿Es éste el camino que deseo? Sigo dudando. El aburrimiento es inevitable en nuestra vida.
Pero también es incompleto. Es como una sábana corta que, o bien nos cubre la cara y nos deja los pies al descubierto, o bien nos cubre los pies pero nos deja la cara al descubierto. Sólo nos libramos de esto si tenemos un pasatiempo que nos mantenga ocupados.
Hay que desarrollar aficiones, no sólo una o dos, sino tantas como sea posible. Cuando una afición te aburre, puedes cambiar a otra. O puedes cultivar muchas de tus aficiones a la vez.
Del mismo modo, debes recorrer varios caminos en tu vida.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)