Unreliable Watchdog: Los medios de comunicación y la política exterior estadounidense

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Título original:

Unreliable Watchdog: The News Media and U.S. Foreign Policy

Contenido del libro:

La libertad de prensa es una piedra angular de nuestro sistema político democrático. Pero los reporteros, expertos y editores se enfrentan a una intensa presión para servir como propagandistas en lugar de periodistas en su cobertura de la política exterior de Estados Unidos.

Demasiados miembros de los medios de comunicación parecen incapaces de hacer esa distinción y desempeñar el papel que les corresponde como vigilantes del pueblo estadounidense ante posibles incompetencias o malas prácticas del gobierno. Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se ha convertido en un Estado de guarnición siempre preparado para el conflicto armado y la confusión entre periodismo y propaganda se ha agravado, incluso en situaciones que no implican un combate real para Estados Unidos. Ese comportamiento limita y distorsiona cada vez más la consideración pública del papel de Washington en el mundo.

En Unreliable Watchdog, Ted Galen Carpenter se centra en la naturaleza y el alcance de la disposición de los medios de comunicación estadounidenses a aceptar las versiones oficiales y las justificaciones políticas, dejando de lado con demasiada frecuencia el escepticismo. El autor examina la actuación de los medios de comunicación en la guerra de Vietnam, la guerra del Golfo Pérsico, los conflictos de los Balcanes, el preludio de la guerra de Irak, las guerras civiles de Libia y Siria y las relaciones de Washington con Rusia y China tras la guerra fría.

El análisis explora por qué la mayoría de los periodistas -así como las plataformas de medios sociales- parecen dispuestos a colaborar con los funcionarios del gobierno para impulsar una política exterior activista, incluso cuando las tácticas o los resultados han sido cuestionables, decepcionantes o incluso desastrosos. Unreliable Watchdog pone en marcha una conversación muy necesaria sobre cómo la prensa debe mejorar su cobertura de la política exterior y las cuestiones de seguridad nacional si quiere servir a su papel adecuado para el pueblo estadounidense.