Todas las historias tienen dos caras, pero ambas no pueden ser ciertas, ¿verdad? En el segundo libro de la serie Birthright, Bridget E. Baker teje una historia de cosas malas hechas por muy buenas razones y una inesperada oportunidad de redención.
Ser temido es solitario... Como heredera al trono de Evian, Judica debe ser perfecta en todo momento. Si comete un desliz, aunque solo sea una vez, su madre la sustituirá.
Normas imposibles, decisiones horribles, verdades terribles: nada de eso impide a Judica hacer lo que debe hacer.
Se convierte en lo que su madre exige, en lo que su pueblo necesita, en lo que nunca quiso para sí misma. Pero no es suficiente.
Ser débil es la muerte. La peor pesadilla de Judica se hace realidad cuando su hermana gemela Chancery le roba el trono. Su vida ha terminado, todos sus esfuerzos han sido en vano.
Judica debería estar furiosa, pero, extrañamente, se siente aliviada. La liberación de sus antiguas responsabilidades le deja tiempo para perseguir al asesino de su madre. Pero a medida que va desentrañando las pistas, la verdad se va desvelando.
Cuando su investigación la conduce a un enemigo común, Judica debe decidir si está dispuesta a reparar las profundas y dolorosas fracturas entre ella y Chancery, o si ha ido demasiado lejos. ¿Una vez villana, siempre villana?
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)