Una vocación superior: Fe y política en la plaza pública

Título original:

A Higher Calling: Faith and Politics in the Public Square

Contenido del libro:

Una autobiografía exuberante que empezó con una pelea a puñetazos en un baile de presentación, y siguió por un camino lleno de aventuras, baches e incertidumbres que me llevaron más allá de lo que jamás hubiera imaginado. En última instancia, se trata de cómo serás recordado: ¿por tus notables logros o por los valores asociados a lo que fuiste?

Al revisar mi vida como congresista, empecé a darme cuenta de que éste podría ser el tintero en el que mojaría mi pluma al compartir cómo me convertí en cristiano, además de la influencia de líderes notables y muchas casualidades que ayudaron a dar forma a mi persona pública. Fue un recordatorio de la importancia de la norma superior en el servicio al interés público, que obviamente falta en la cultura política actual.

Durante mis catorce años en el Congreso, he sido testigo de primera mano del civismo y la confianza entre los líderes de ambos partidos políticos, que se han trasladado a las salas de las comisiones y al hemiciclo de la Cámara de Representantes, y que han dado lugar a logros notables. Mis propios logros en materia de comercio internacional, derechos humanos y preservación de nuestros recursos naturales sólo se produjeron gracias al apoyo bipartidista. Hoy no es así. En los pasillos del Congreso y más allá (medios de comunicación social), se trata más bien de partidismo radical y de los intereses especiales que reinan desbocados sobre nuestro sistema político: un Congreso traumatizado, que verifica lo que no queremos oír: esto es la democracia en su peor versión. Ojalá mi libro sea revelador de la democracia en su mejor forma.

Para los creyentes que ocupan cargos electivos, hay mucho escrutinio, como me ocurrió a mí como demócrata. Ya se trate de tus adversarios, de los escépticos medios de comunicación o incluso de tus partidarios, hay preguntas persistentes sobre quién eres. Tu fibra moral siempre está en juego, aunque algunas figuras políticas se las arreglan para retorcerse y escabullirse y escapar al juicio que merecen. Y otros son directamente señalados y arrastrados ante el tribunal del escrutinio público. Espero que Una vocación superior sirva de brújula moral para otros que deban enfrentarse a sus propios retos.

Tuve la suerte de contar con un selecto número de líderes políticos, cuya integridad y valor moral ejercieron una influencia en mi vida personal y política que no aprecié plenamente hasta escribir este libro. Unos pocos eran hombres de fe y otros se guiaban por una brújula moral, abrazando normas más elevadas que anteponían el interés nacional. Sus acciones en pro del bien común, por encima de los intereses políticos y materiales, me mostraron el camino correcto.

El acto de revivir el propio pasado fue revelador de cómo los episodios y la intriga captaron la esencia de quién era yo y para solidificar la inevitable pregunta: ¿por qué estoy aquí? Esa línea de indagación me llevó a una epifanía bastante creativa: no era tanto una memoria lo que estaba dispuesta a escribir, sino una llamada a la acción que marcó una gran diferencia y me ha inspirado para compartirla con los demás.