Una teología de la ciencia: De la ciencia a la ética y a la política ética

Título original:

A Theology of Science: From Science to Ethics to an Ethical Politics

Contenido del libro:

Este libro revela una notable rareza de la filosofía de la ciencia dominante. Aunque rechaza un relativismo nocivo, es incapaz de atribuir la "verdad" a teorías científicas que también están divorciadas conceptualmente de la ética y la política.

Es mucho lo que está en juego, ya que estos dilemas han conducido a una verdad politizada en la que la "verdad" en estos ámbitos se decide a menudo ideológicamente. Pero la ideología y los ámbitos escindidos chocan frontalmente con nuestra conciencia de nosotros mismos y del mundo. Al relacionar un mundo del que somos fenomenológicamente conscientes con un razonamiento de sentido común, se presenta un caso novedoso de verdad científica objetiva, un principio causal verdadero y la implicación del principio de una Causa Primera.

Esta Causa, como Creadora de la Naturaleza, engendra normas morales intrínsecas a las descripciones científicas de nuestra naturaleza psicobiológica, ya que nuestra naturaleza fue creada como debe ser; ofreciendo una ética naturalista que puede ser tan verdadera como la ciencia que la informa. La medicina y sus ciencias afines se utilizan para ilustrar esta importancia moral en términos de un apoyo revitalizado a la familia tradicional, una norma perenne expresada por el dictum "Como va la familia, va el Estado".

Así, el apoyo de un Estado a la familia ejemplifica cómo las afirmaciones políticas normativas pueden ser tan ciertas como la ética científica que las sustenta. El vínculo lógico de la ética con la ciencia y la política marca el razonamiento implícito en una teología natural común a las principales religiones monoteístas. Y así, a pesar de los defectos de todas las organizaciones, este libro sugiere una razón por la que esas religiones florecieron a lo largo de los tiempos.

Superando al Imperio Romano y a las ideologías modernas que se jactaban vanamente de reinar hasta el fin de la historia, las religiones abordan una espiritualidad personal y realizan la naturaleza humana. Hacen coherente un mundo experimentado en el que la verdad coincide en la ciencia, la ética, la política y la religión.