Una temporada en Picardía

Título original:

A Season in Picardy

Contenido del libro:

En el verano de 1918, Margaret y Beatrice Jerome embarcan en el U. S. S. Mongolia, un transatlántico convertido en buque de tropas de la Armada estadounidense con destino a la Francia de la guerra. Pretenden reclamar los restos de su hermano -el gemelo fraterno de Margaret- y acompañarlo de vuelta a Estados Unidos. Nuestra familia no quiere que entierren a Michael tan lejos de casa, le dice Margaret a su compañero de pasaje Robert Butler.

El teniente Butler, un cirujano del Cuerpo Médico recién licenciado, sigue luchando con el misterio de unos padres que desaparecieron repentinamente poco después de su decimocuarto cumpleaños. La experiencia le hace desconfiar de los vínculos personales, pero Margaret, de pelo castaño rojizo, ha captado su atención.

Desgraciadamente, sus cautelosos avances no pueden superar las barreras que rodean sus conflictos tácitos.

Michael no podía estar muerto, racionaliza; simplemente no era posible. Si a su hermano gemelo le hubiera ocurrido algo terrible, habría sentido su angustia. Sin embargo, no había ocurrido nada parecido: no hubo ningún momento de comprensión, ninguna sensación repentina de fatalidad. Si Michael había sufrido una muerte violenta, ¿cómo había podido ser tan ajena a semejante tragedia? ¿Acaso la envidia reprimida de los hermanos la había privado de la cercanía psíquica que presumiblemente comparten los gemelos? Acosada por la culpa y devastada por la pérdida, Margaret reprime sus nacientes sentimientos hacia Butler.

En Le Havre, se despiden a regañadientes.

En París, las hermanas descubren detalles sorprendentes sobre la vida de su hermano y su trabajo como conductor de ambulancias en el American Field Service. Para complicarles la tarea, las hermanas descubren un codicilo reciente en el testamento de Michael: un documento jurídicamente sólido que frustra su intento de reclamar sus restos. Más descubrimientos notables siguen, incluyendo su relación íntima con una enfermera y una revelación inquietante que rodea el asesinato sin resolver de un oficial de artillería francés.

Michael no había compartido esos sucesos con su hermana gemela, ni con nadie de su familia. Asombrada, dolida y confusa, Margaret se da cuenta de que, por muy cercanas que parezcan dos personas, no se puede conocer de verdad la mente de otro ser humano.

Mientras tanto, la realidad de la guerra desafía el sentido de Butler sobre quién es. Cargado con el recuerdo en el campo de batalla de su vergonzoso comportamiento hacia un soldado horriblemente mutilado, Butler resuelve no revelar nunca lo sucedido. Todo ser humano tiene un terrible secreto que no puede compartir, se dice a sí mismo. Este será el mío.

A pesar de su frialdad inicial a bordo del barco, Butler escribe a Margaret, esperando una respuesta positiva. Para su sorpresa y deleite, Margaret acepta reunirse con él en París si consigue un permiso en el frente. Es el punto de inflexión en la vida de ambos.

El armisticio los encuentra juntos en la Riviera francesa, entre ricos y heridos, profundamente enamorados pero guardando recuerdos y secretos que los cambiarán para siempre.