Una promesa en Haití: Notas de un reportero sobre familias y vidas cotidianas

Título original:

A Promise in Haiti: A Reporter's Notes on Families and Daily Lives

Contenido del libro:

Cuando el 12 de enero de 2010 se produjo un devastador terremoto cerca de Puerto Príncipe (Haití), el mundo reaccionó con un horror colectivo, aunque distante. Para Mark Curnutte, reportero del Cincinnati Enquirer, la noticia provocó una respuesta mucho más visceral. Curnutte había llegado a amar a Haití y a su gente como sólo puede hacerlo alguien que ha vivido con las familias haitianas.

Una promesa en Haití es el relato que hace Curnutte de su tiempo, a lo largo de la última década, viviendo entre varias familias de Gonaives, una ciudad de 200.000 habitantes a cien kilómetros al norte de Puerto Príncipe. Empezó a viajar a Haití como voluntario de la organización humanitaria Manos Unidas, y acabó ganándose la confianza y credibilidad de muchos haitianos. Curnutte presenta al lector a la familia Cenecharles, agobiada por el arraigado desempleo y la necesidad de viajar continuamente en busca de trabajo. Le invitan a la casa de la familia Henrisma, y se ve obligado a conciliar el distanciamiento periodístico con la compasión básica mientras contribuye económicamente a ayudarles. El lector se enfrenta a un complicado y conflictivo registro escrito y fotográfico de una visión del mundo que evoluciona directamente en la página. Como reportero, Curnutte encontró paralelismos entre las vidas que encontró en Gonaives y el mundo de la Gran Depresión relatado en Let Us Now Praise Famous Men de James Agee y Walker Evans. Agee y Evans representan un gran reto y una gran inspiración para Curnutte.

El resultado es a partes iguales un homenaje a esa crónica histórica, un reportaje sobre el terreno y una narración introspectiva sobre las lecciones que Gonaives enseñó a Curnutte sobre su propia vida y su familia. A finales de febrero de 2010, Curnutte regresó a Haití por encargo, pero las condiciones le impidieron volver a Gonaives. La frustración resultante provocó una meditación sobre los monumentales retos a los que se enfrenta Haití -- y sobre el ciclo destructivo de la atención internacional que se desplaza constantemente hacia "La próxima gran historia".