Una nación de pájaros cantores: Sermón y canto en Gales y entre los galeses en América

Título original:

A Nation of Singing Birds: Sermon and Song in Wales and Among the Welsh in America

Contenido del libro:

Un libro sobre el amor de los galeses por la canción y, en particular, por los himnos, y sobre cómo los himnos y los movimientos religiosos de los que formaban parte encendieron la imaginación galesa. A mediados del siglo XIX, Gales, gracias a un repertorio de himnos atractivos y a una forma de notación musical fácil de aprender, era el legendario mar de la canción.

Otras naciones se sintieron atraídas por el poder de sirena de los himnos, pero quizá ninguna otra los haya cantado con tanto fervor. En América, donde los galeses se establecieron en masa, siguieron cantando. En los asentamientos monoglobales y estrechamente unidos de Delaware, Ohio, Vermont, Nueva York y Pensilvania, las capillas eran invariablemente el centro de la vida comunitaria, y fue un grupo de emigrantes galeses a Utah, dirigidos por John Parry, quienes formaron el núcleo del famoso Coro del Tabernáculo Mormón.

Sin embargo, la musicalidad no se limitaba a cantar himnos. Harry Caplan, clasicista estadounidense, definió la predicación como un "arte sagrado", sugiriendo que los sermones eran actuaciones, ejercicios vocales y pedagógicos.

Para atraer a los fieles, los predicadores galeses -tanto en su país como en América- pronunciaban sus sermones con una cadencia o ritmo perceptibles, en los que el sonido podía ser tan importante como el significado. Combinando el poder persuasivo de la palabra con la fuerza emotiva de la música, las congregaciones podían alcanzar estados que iban desde la disposición espiritual hasta la casi histeria. Hay ecos en nuestros propios tiempos de este hipnotizante estilo cadencioso en las grabaciones de los discursos de Martin Luther King y las lecturas de poesía de Dylan Thomas.

Este libro ha sido minuciosamente investigado en bibliotecas y archivos de Gales y América, desde grandes instituciones nacionales hasta pequeñas bibliotecas públicas en Gales y depósitos especializados en América, como la Biblioteca Galesa del Green Mountain College de Vermont. Las principales fuentes archivísticas fueron cartas y diarios de emigrantes y ejemplares de archivo de periódicos locales.