Una mirada retrospectiva al All-American Soap Box Derby 1946-1959

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Título original:

A Look Back at the All-American Soap Box Derby 1946-1959

Contenido del libro:

Se anuncia como "El mayor evento de carreras amateur del mundo" y es una afirmación acertada. La terminología moderna lo ha llamado "El Gran Premio de Gravedad". Sea cual sea el nombre que se le dé, la gente de Derby lo llama simplemente el "All-American".

Comenzó como una carrera urbana en Dayton, Ohio, en 1933 y en dos cortos años se convirtió en una competición nacional. Su creador, Myron Scott, gracias a una promoción creativa y al patrocinio de Chevrolet, la llevó a la fama nacional. Los tres primeros libros de esta serie cubren el traslado de Dayton a Akron y la construcción de Derby Downs, seguidos de seis años de prosperidad y crecimiento. La Segunda Guerra Mundial provocó un retraso, pero en este libro veremos que no fue más que un bache en el camino. El programa se reanudó y en los años transcurridos desde entonces ha habido varios cientos de miles de participantes que han sido vistos por millones de personas. El Derby ha sufrido muchos cambios a lo largo de los años, pero el objetivo ha sido siempre hacerlo seguro, justo y divertido.

Sobre el autor.

Llamar a Ronald Reed aficionado al Derby sería quedarse muy corto. Ha asistido a más carreras All-American que cualquier otra persona viva (65). Reed tiene tres amores: su familia, el arbitraje deportivo y el Derby.

La esposa de Reed durante 55 años, Sandy, y sus tres hijas, Leslie, Denise y Valerie, han sido una fuente de orgullo durante toda su vida adulta. Ser árbitro de béisbol durante 51 años, de fútbol americano durante 32 y de baloncesto durante 22 le ha mantenido activo y en excelente forma física y le ha permitido hacer amistades para toda la vida.

Tras graduarse en la escuela profesional de árbitros de Florida, Reed empezó a enseñar arbitraje en la zona de Akron y se hizo muy conocido y respetado. Fue en la década de 1970 cuando se inició en la talla de madera. Desde entonces ha perfeccionado su arte y ha creado réplicas en miniatura de los corredores ganadores del Derby. Su colección supera ya los 500 ejemplares e incluye los coches clasificados del primero al noveno puesto de cada año, desde 1933 hasta 1985. Y el tallado continúa.

Reed conoció el Derby a los siete años, cuando vio su primera carrera All-American en 1949. Quedó prendado y empezó a asistir todos los años. Como dice su esposa Sandy: "Para Ronnie, el Derby no es un hobby. Es una obsesión".