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A Call to Mission - A History of the Jesuits in China 1842-1954: Volume I: The French Romance
China ha ocupado un lugar preponderante en el imaginario de la Iglesia católica durante 500 años. Ha sido el centro del sueño misionero de los jesuitas durante casi el mismo tiempo.
Sin embargo, sólo con la aparición de este libro se ha centrado la atención en el período sustancial y olvidado del compromiso católico y jesuita con China: los casi 120 años transcurridos desde la segunda llegada de los jesuitas. Se ha escrito sobre el polímata Matteo Ricci, los astrónomos Ferdinand Verbeist y Adam Schall von Bell y el exquisito pintor Giuseppe Castiglione, que influyó en la pintura china más allá de toda medida, y han sido el corazón y el alma de la primera etapa del impacto jesuita en China, en los siglos XVII y XVIII. Llevaron el saber y el arte occidentales a China y llevaron la lengua y la literatura chinas a Europa.
Los jesuitas fueron la primera multinacional en ser acogida en China y llegaron con un método específico de compromiso: hacer amigos, entablar relaciones y compartir sus dones antes que nada, incluidas las conversaciones sobre el cristianismo. Sigue siendo un método insuperable de compromiso con un pueblo rico y antiguo. Pero la segunda llegada -a partir de la década de 1840- fue muy diferente.
Fue posible gracias a la llegada de gobiernos y comerciantes europeos, muchos de los cuales vinieron no sólo para obtener beneficios económicos, sino para difundir su religión «superior». Esta obra de David Strong en dos volúmenes es el primer tratamiento importante del período que va desde la llegada de los misioneros jesuitas europeos y, finalmente, americanos, bajo la protección de los llamados Tratados Desiguales, hasta su expulsión tras la victoria comunista en la larga guerra civil de 1949. Volumen 1: El Romance Francés - traza las personas, los proyectos, la expansión y el impacto de aquellos que proporcionaron la presencia jesuita predominante.
En el momento álgido de su compromiso con China, el gobierno francés contaba con 19 consulados y un ejército y una armada en toda China. Los jesuitas franceses recibieron acceso y protección de su gobierno y activaron misiones en el norte y centro de China -escuelas, seminarios, universidades, parroquias, casas de retiro, publicaciones- y atrajeron a ciudadanos chinos para que se unieran a ellos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)