Una isla llamada Virgilio

Contenido del libro:

Este libro celebra los 100 años del escritor cubano Virgilio Piera (1912-1979) a través de varios estudios que exploran su poesía y narrativa. El libro también incluye testimonios y piezas literarias dedicadas al autor, considerado uno de los escritores cubanos y latinoamericanos más influyentes de finales del siglo XX y principios del XXI.

Piera es conocido internacionalmente como dramaturgo, sin embargo su poesía y narrativa no han recibido la misma atención por parte de la crítica y el público, en parte debido a la forma en que han circulado sus escritos -la mayoría de sus libros fueron publicados tardíamente y en ediciones pequeñas o post mortem-, y también debido a la censura política de su obra por parte de la revolución cubana desde finales de los 60 hasta finales de los 80. Mientras que el teatro de Piera se representó en Estados Unidos, América Latina y Europa durante los años 70 y 80, sus cuentos y novelas tuvieron que esperar hasta finales de los 80 para ser reeditados o incluso publicados en Cuba, como por ejemplo su novela La carne de René (1952), cuya primera edición cubana data de finales de los 90. Tras el levantamiento de la censura sobre sus obras, Piera ha recibido cada vez más un merecido reconocimiento.

Todos los colaboradores de este volumen han estudiado la obra de Piera durante muchos años, mientras que en la sección de testimonios ambos autores fueron amigos del escritor en los últimos años de su vida. El editor del volumen, Jess Jambrina, ha publicado uno de los pocos libros dedicados íntegramente a la poesía de Piera, así como varios artículos en revistas académicas.

Jambrina publicó algunos manuscritos de Piera en La Habana a principios de la década de 2000, lo que hizo visible un periodo de la vida y la obra del autor que era prácticamente desconocido para el público, en concreto la relación de Piera con la Familia Gómez (descendientes del patriota cubano Juan Gualberto Gómez), a la que el escritor visitó entre 1972 y 1978. La figura de Piera que emerge de aquellos años es la de un escritor totalmente comprometido con su creación, sus amigos y muy activo a la hora de compartir su obra con las nuevas generaciones, en contraste con la imagen mitológica de un Piera deprimido que vive solo y olvidado en su apartamento de El Vedado.

Este libro presenta también varios poemas dedicados al autor de El peso de la isla (1943) por escritores de las cuatro últimas generaciones en Cuba, entre ellos Jos Lezama Lima y Severo Sarduy, como una forma de mostrar el impacto que el autor ha tenido a través del tiempo. En la actualidad, Piera no sólo es conocido como el dramaturgo más importante de Cuba, sino también como un relevante poeta, narrador, ensayista, traductor y editor, cuya influencia en la cultura cubana sigue evolucionando.