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A Troublesome Inheritance: Genes, Race and Human History
Basándose en nuevas y sorprendentes pruebas obtenidas a partir de la cartografía del genoma, un nuevo y explosivo relato sobre la base genética de la raza y su papel en la historia de la humanidad.
Pocas ideas han sido más tóxicas o dañinas que la idea de la realidad biológica de la raza, y con ella la idea de que los humanos de distintas razas son biológicamente diferentes entre sí. Por esta comprensible razón, la idea ha sido desterrada de las conversaciones académicas educadas. Argumentar que la raza es algo más que una construcción social puede hacer que un académico sea expulsado de la ciudad o, al menos, del campus. La evolución humana, insiste el consenso, terminó en la prehistoria.
Inconvenientemente, como sostiene Nicholas Wade en A Troublesome Inheritance, la opinión consensuada no puede ser correcta. De hecho, sabemos que las poblaciones han cambiado en los últimos miles de años para tolerar la lactosa, por ejemplo, y sobrevivir a grandes altitudes. La raza no es una distinción clara; por definición, significa que cuanto más separadas están las poblaciones humanas, más evolucionan sus propios rasgos distintivos bajo la presión selectiva conocida como evolución darwiniana. Durante muchos miles de años, la mayoría de las poblaciones humanas permanecieron donde estaban y se diferenciaron, no sólo en apariencia externa, sino también en sentidos más profundos.
Wade, periodista que durante muchos años cubrió los avances genéticos para The New York Times, se basa ampliamente en el trabajo de científicos que han realizado avances cruciales para establecer la realidad de la evolución humana reciente. Las afirmaciones más provocativas de este libro se refieren a la base genética de los hábitos sociales humanos. Según Wade, lo que podríamos denominar rasgos sociales de clase media (frugalidad, docilidad, no violencia) se han ido inculcando genética y lentamente en las sociedades agrarias. Estos "valores" tenían, obviamente, un fuerte componente cultural, pero Wade apunta a pruebas de que las sociedades agrarias evolucionaron alejándose de las cazadoras-recolectoras en algunos aspectos cruciales. También son controvertidos sus hallazgos sobre la base genética de rasgos que asociamos con la inteligencia, como la alfabetización y la aritmética, en determinadas poblaciones étnicas, como los chinos y los judíos asquenazíes.
Wade cree profundamente en la igualdad fundamental de todos los pueblos humanos. También cree que la ciencia se sirve mejor persiguiendo la verdad sin miedo, y si su misión de llegar a un resumen coherente de lo que la nueva ciencia genética nos dice y no nos dice sobre la raza y la historia humana le lleva directamente a un campo de minas, que así sea. Esta no será la última palabra sobre el tema, pero iniciará una conversación poderosa y necesaria.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)