Una estrella en el Oeste: Un humilde intento de descubrir a las diez tribus de Israel perdidas hace mucho tiempo, como preparación para su regreso a su amada ciudad, Je

Título original:

A Star in the West: A Humble Attempt to Discover the Long Lost Ten Tribes of Israel; Preparatory to Their Return to Their Beloved City, Je

Contenido del libro:

Una estrella en el Oeste es una investigación de Elias Boudinot sobre la creencia generalizada de que los nativos americanos descendían de las tribus perdidas de Israel.

En el siglo XVIII y principios del XIX era popular la hipótesis de que las tribus nativas americanas formaban parte de un linaje que se remontaba a las tribus israelitas de la época de los testamentos bíblicos. Tanto los intelectuales como los líderes eclesiásticos estaban divididos sobre la veracidad de estas afirmaciones, y durante décadas se publicaron una serie de panfletos y libros a ambos lados del argumento.

Aparecido en 1816, Una estrella en el Oeste es importante como estudio histórico de las creencias de la época y como registro de cómo percibían a los nativos americanos los incipientes colonos blancos de Estados Unidos. El libro examina secuencialmente los rasgos, comportamientos, costumbres y creencias de las sociedades tribales, estableciendo paralelismos entre éstas y las antiguas prácticas de los israelitas.

Se cree que Una estrella en el Oeste y otros libros en la misma línea condujeron al establecimiento de la Iglesia Mormona. El Libro de Mormón atestigua que los nativos americanos habían llegado a Norteamérica hacía miles de años, durante el Gran Diluvio de la tradición bíblica. Así pues, las tribus presentes en el siglo XIX eran descendientes alejados de los pueblos israelitas.

Por su parte, Elias Boudinot fue un congresista estadounidense apasionadamente partidario de los derechos de los nativos americanos y de los habitantes negros de Norteamérica. Su prominente posición hizo que sus opiniones y publicaciones fueran influyentes, y también destacó por su devoto presbiterianismo. Cuando conoció a un joven y brillante nativo cherokee que le impresionó, le permitió adoptar su nombre: el cherokee Elias Boudinot se convirtió más tarde en una figura destacada de la sociedad nativa americana de principios del siglo XIX.