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A Constitution of the People and How to Achieve It: What Bosnia and Britain Can Learn from Each Other
Gran Bretaña no tiene una constitución escrita. Más bien, a lo largo de los siglos, ha desarrollado un conjunto de convenciones, reglas y normas diversas que rigen el comportamiento político.
Por el contrario, la Constitución de Bosnia se redactó, literalmente, de la noche a la mañana en un hangar militar de Dayton (Estados Unidos) para poner fin a una guerra devastadora. Según la mayoría de los criterios, no funciona y se considera que simplemente ha congelado un conflicto y todo su desarrollo. ¿Qué podrían enseñarse mutuamente estos países aparentemente sin relación entre sí? Gran Bretaña, atormentada por crisis recientes, desde el Brexit hasta el separatismo nacional, puede ser capaz de evitar un conflicto político a largo plazo comprendiendo los peligros de redactar normas constitucionales rígidas sin la participación popular o el cultivo de una buena cultura política.
Bosnia, a su vez, puede ser capaz de descongelar su conflicto congelado sometiendo partes de su constitución escrita a enmiendas, con participación cívica, de forma fija y regular una «constitución giratoria» para replicar algo de esa flexibilidad inherente al sistema británico. Un libro que no sólo trata de Bosnia y Gran Bretaña, sino que puede servir de modelo a seguir por otras políticas plurales y multiétnicas.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)