Puntuación:
A Quiet Roar, de Randall Arthur, es una novela que invita a la reflexión y explora temas significativos como el papel de las pastoras, los prejuicios sociales y la superación personal. El libro ha sido bien recibido por sus convincentes personajes y su atractivo estilo narrativo, pero algunos lectores consideraron superficiales o problemáticas ciertas descripciones y mensajes relativos a las misiones y la divulgación.
Ventajas:Los lectores elogiaron el libro por su fascinante narración, la profundidad de sus personajes y su capacidad para provocar reflexiones profundas sobre la fe y los problemas sociales. Muchos lo encontraron inspirador, bien escrito y basado en temas relevantes que desafían ideas preconcebidas. Los personajes son simpáticos y cercanos, y el mensaje general se considera positivo y transformador.
Desventajas:Los críticos señalaron que algunos aspectos de los métodos de divulgación de los personajes parecían condescendientes o simplistas. El retrato de la labor misionera suscita preocupación, y algunos sostienen que no aborda plenamente las complejidades del compromiso comunitario a largo plazo. Algunos lectores opinan que el libro da prioridad a los mensajes en detrimento de una narración coherente, y otros consideran que el final es decepcionante.
(basado en 25 opiniones de lectores)
A Quiet Roar: Sometimes Disruption Is Overdue
En una iglesia baptista del sur profundo, los líderes masculinos se turnan para ocupar el púlpito en ausencia del pastor.
Dos semanas antes de Pascua, uno de los líderes, un millonario de ochenta años, mira a la congregación de sesenta personas. "He decidido no enseñar esta mañana", declara. "Más bien voy a hacer un anuncio. Y va a disgustar a muchos de ustedes. Pero en este momento, sinceramente, no me importa.
Estoy enfadado. Los dos pastores anteriores casi han destruido nuestra iglesia. Así que he decidido hacer algo al respecto. Antes de hacer mi anuncio, debo recordarles que mi hermano, cuando aún vivía, y yo construimos este edificio de la iglesia en nuestra propiedad con nuestro dinero. El acuerdo en ese momento era que cuando mi hermano y yo falleciéramos, la escritura de la propiedad y todos los edificios se transferirían a la iglesia. Pero yo no he muerto. Y todavía tengo la escritura de la propiedad. Por lo tanto, he tomado una decisión unilateral. Y nadie puede hacer nada al respecto".
Las cejas de todo el auditorio se alzaron al instante.
"Dentro de dos semanas, el Domingo de Pascua, traeré a una pastora. Voy a pagar su salario. Voy a proporcionarle una casa y un coche. Todo lo que voy a decirte de momento es que es viuda y que ha sido misionera en África durante mucho tiempo". El anciano hizo una pausa y señaló con un dedo envejecido hacia el vestíbulo. "Si no le gusta mi decisión, ya sabe dónde están las puertas".
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)