Un planeta habitable: los derechos humanos en la economía mundial

Título original:

A Livable Planet: Human Rights in the Global Economy

Contenido del libro:

La humanidad se enfrenta a un predicamento ecológico consistente en un conjunto de crisis concurrentes que se refuerzan mutuamente. Estas crisis están interrelacionadas y no pueden resolverse de forma aislada.

Además de la alteración del clima, el grupo incluye el cambio del sistema terrestre, la pérdida de biodiversidad e integridad de la biosfera, la alteración de los ciclos biogeoquímicos y la disminución de la disponibilidad de agua dulce. Madison Powers aboga por un enfoque basado en los derechos humanos para resolver nuestra difícil situación. Asigna prioridad a un conjunto de derechos estratégicamente importantes para contrarrestar las prácticas de mercado ecológicamente insostenibles y económicamente depredadoras.

Estas prácticas agotan los recursos naturales o degradan las condiciones medioambientales esenciales para un planeta habitable. Sus nocivos efectos ecológicos se derivan de la estructura de la economía política mundial o se ven exacerbados por ella, especialmente por las instituciones que influyen en la adquisición, el control y el uso de la tierra, la energía y los recursos hídricos.

Estas instituciones configuran las decisiones económicas que han transformado todas las regiones del planeta y alterado las condiciones planetarias que sustentan la vida en la Tierra. Por tanto, un planeta habitable requiere cambios en la relación de la humanidad con el resto de la naturaleza, lo que a su vez exige transformar nuestras relaciones económicas y los ideales políticos y económicos que las sustentan.

En concreto, debe invertirse el equilibrio de poder entre Estados y mercados mediante la implantación de un baluarte institucional aplicable contra las prácticas de mercado que subvierten las condiciones ecológicas esenciales para la realización segura de los derechos humanos. Estas prácticas permiten a los poderosos acaparar las oportunidades económicas, desplazar las alternativas sostenibles, extraer recursos de las comunidades vulnerables, trasladar las cargas medioambientales y económicas, eludir la responsabilidad política y del mercado y secuestrar las instituciones públicas para fines privados.