Un lugar al que pertenecer: Aprender a amar a la iglesia local

Opiniones de los lectores

A Place to Belong», de Megan Hill, subraya la importancia y la belleza de la iglesia local y anima a los creyentes a comprometerse con sus comunidades eclesiales. Ofrece ideas sobre las funciones y responsabilidades de los miembros de la iglesia, reforzando un sentido de pertenencia y conexión en medio de la tendencia contemporánea hacia el individualismo y las megaiglesias impulsadas por las celebridades.

El libro ha recibido elogios por su accesibilidad y la facilidad de lectura de sus capítulos, que lo hacen adecuado tanto para cristianos nuevos como experimentados. Los críticos destacan su tono esperanzador, su estilo atractivo, sus aplicaciones prácticas y su base bíblica. A muchos les ha parecido un recurso valioso para entender la vida de la iglesia, estimular el amor por la iglesia local y atender las necesidades de diferentes públicos, incluidos los que se cuestionan su participación en la iglesia o se sienten desconectados.

Algunas reseñas señalan que, en ocasiones, Hill sobreinterpreta las Escrituras y realiza afirmaciones poco claras, lo que podría inducir a error a determinados lectores. Se menciona que el libro puede parecer demasiado sentimental o simplista, sobre todo para quienes buscan un discurso teológico más profundo. Algunos críticos señalaron la tendencia de las escritoras cristianas, como Hill, a ser percibidas como carentes de profundidad, aunque a pesar de ello muchos encontraron su trabajo significativo.

(basado en 26 opiniones de lectores)

Título original:

A Place to Belong: Learning to Love the Local Church

Contenido del libro:

"Este libro es positiva, inteligente y provechosamente contracultural".

-- Nancy Guthrie, autora de Aún mejor que el Edén; Santos y canallas en la historia de Jesús; y de la serie Ver a Jesús en el Antiguo Testamento.

La Iglesia tiene más belleza -y más valor- de lo que podemos ver con nuestros ojos físicos. Aunque nuestras congregaciones están formadas por personas corrientes que se dedican a prácticas predecibles, somos un puesto avanzado del mismísimo cielo. La Iglesia es el pueblo de Dios, la morada del Espíritu y la plenitud de Cristo. Con una rica teología y orientación práctica, Un lugar al que pertenecer nos invita a experimentar la iglesia local a la luz del testimonio bíblico. Considerando nueve términos bíblicos para la iglesia -tales como amados, hermanos y hermanas, santos y compañeros del evangelio- este libro nos equipa para amarnos y servirnos unos a otros. Ya seamos nuevos cristianos o creyentes maduros, aprender a amar a la iglesia local puede convertirse en uno de nuestros mayores privilegios y alegrías. La iglesia es nuestro lugar.