Puntuación:
El libro «Un Dios más semejante a Cristo», de Brad Jersak, explora la naturaleza de Dios a través de la lente de Jesús, desafiando los puntos de vista cristianos tradicionales, especialmente en relación con las interpretaciones punitivas de la justicia de Dios. Los lectores aprecian su contenido, que invita a la reflexión, su claridad y su capacidad para inspirar una comprensión más profunda del carácter amoroso y no violento de Dios. Sin embargo, algunos lo critican por socavar potencialmente las interpretaciones tradicionales del Antiguo Testamento y presentar una teología centrada en el hombre.
Ventajas:⬤ Provoca la reflexión y desafía las visiones tradicionales de Dios.
⬤ Lenguaje bien escrito, claro y accesible.
⬤ Inspira una comprensión más amorosa y compasiva de la naturaleza de Dios.
⬤ Anima a los lectores a explorar cuestiones teológicas profundas sin dogmatismo.
⬤ A muchos lectores les cambió la vida y les transformó en su camino espiritual.
⬤ Algunos consideraron que socava la autoridad del Antiguo Testamento.
⬤ Criticado por estar centrado en el hombre más que en Dios.
⬤ Considerado extenso y ocasionalmente redundante.
⬤ Algunos consideraron que carecía de un tratamiento exhaustivo de los temas tratados, en particular en lo relativo a la justicia de Dios.
⬤ Algunos lectores lo encontraron difícil de seguir o excesivamente complejo.
(basado en 240 opiniones de lectores)
A More Christlike God: A More Beautiful Gospel
¿Cómo es Dios? ¿Un juez castigador? ¿Un abuelo cariñoso? ¿Un padre moroso? ¿Un guerrero vengativo? Tanto los "creyentes" como los ateos son portadores y finalmente rechazan las imágenes tóxicas de Dios en sus propios corazones y mentes.
Incluso el evangelio cristiano ha caído repetidamente en una visión de Dios en la que el Rey iracundo debe ser apaciguado por su Hijo víctima. ¿Cómo surgen estas distorsiones de "poli bueno/poli malo" de lo divino y llegan a dominar las iglesias y las culturas? Tanto si nuestras nociones de "dios" son proyecciones personales o tradiciones heredadas, el autor y teólogo Brad Jersak propone una reevaluación radical, abogando por Un Dios más semejante a Cristo: un Evangelio más bello.
Si Cristo es "la imagen del Dios invisible, el resplandor de la gloria de Dios y la representación exacta de su semejanza", ¿qué pasaría si concibiéramos a Dios como completamente semejante a Cristo, la encarnación perfecta del amor que se entrega, que perdona radicalmente y que sufre? ¿Y si Dios siempre ha sido y siempre será "cruciforme" (en forma de cruz) en su carácter y sus acciones? Un Dios más semejante a Cristo sugiere que un Dios así sería, en efecto, una muy buena noticia: un Dios que Jesús "desgarró" de la religión muerta, un Amor que siempre está hacia nosotros, y una Gracia que se derrama en este mundo sufriente a través de compañeros humanos dispuestos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)