On a Cold Day in Hell
Las apuestas no podrían ser más altas. Stephen Parkes, un ex Ranger aerotransportado y licenciado en Derecho, ha sido acusado de un crimen brutal. Un fiscal de carrera le ha hecho una oferta de treinta años de prisión a cambio de una declaración de culpabilidad. El juez le condena a la horca y su propio abogado de oficio quiere que muera en prisión. Las circunstancias nunca habían sido tan sombrías.
Así que decide tomar cartas en el asunto. Se deja caer a más de dos metros y medio de la horca. Su corazón deja de latir. Sus pulmones dejan de respirar.
Pero, de alguna manera, Stephen Parkes vive.
Recién bajado de su propia horca, descubre que sus problemas no han hecho más que empezar. Parkes es tan culpable como el pecado. El caso contra él es perfecto. Sin inmutarse, Parkes lucha con la esperanza de ser liberado. Las probabilidades en su contra son imposibles.
Con un trasfondo de horribles abusos a menores, lamentable adicción a las drogas y crímenes brutales, En un frío día en el infierno ofrece una mordaz acusación contra el sistema judicial estadounidense, demuestra la vacuidad de las sentencias mínimas obligatorias y ofrece una visión de primera mano de las consecuencias de la crueldad irreflexiva pagada a un niño menor de edad a manos de un sacerdote católico.
En parte abogado de la cárcel, en parte convicto, y todo humano, Stephen Parkes se mantiene firme y expone su propio caso de libertad, que sólo puede encontrarse en un frío día en el infierno.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)