Puntuación:
Las reseñas de «Un cadáver en la capilla de San Andrés», el segundo libro de la serie Hugh de Singleton, de Mel Starr, reflejan una acogida globalmente positiva, centrada tanto en el buen desarrollo de los personajes como en la riqueza de los detalles históricos. Los lectores aprecian las mejoras con respecto al primer libro, destacando una trama más atractiva y una caracterización más profunda. Sin embargo, algunas críticas aluden a la lentitud del ritmo, el exceso de detalles y la falta de aventuras emocionantes.
Ventajas:⬤ Mejor desarrollo de los personajes y trama más atractiva que en el primer libro.
⬤ Excelentes detalles históricos sobre la vida y la medicina medievales que mejoran la experiencia de lectura.
⬤ El protagonista, Hugh de Singleton, está bien dibujado, es simpático y se desenvuelve hábilmente en su doble papel de cirujano y alguacil.
⬤ En general, el misterio está bien elaborado y mantiene a los lectores expectantes.
⬤ Los temas cristianos se entretejen intrincadamente en la narración sin ser sermoneadores.
⬤ El ritmo es a menudo lento, lo que hace que a veces parezca sobreescrito y pesado.
⬤ Algunos pasajes se consideran excesivos o irrelevantes para la trama de misterio, sobre todo las largas descripciones de comida o de la vida cotidiana.
⬤ La narración se centra mucho en la perspectiva única de Hugh, lo que limita la profundidad de la trama y la interacción entre los personajes.
⬤ Algunos lectores expresan molestia por las repetidas reflexiones de Hugh sobre el matrimonio, que restan interés a la trama.
(basado en 179 opiniones de lectores)
A Corpse at St. Andrew's Chapel
Alan, el mayordomo del señorío de Bampton, había salido al anochecer en busca de quienes pudieran violar el toque de queda. Cuando, a la mañana siguiente, no regresó a casa, su joven esposa Matilda buscó a maese Hugh de Singleton, cirujano y alguacil del señorío.
Dos días después, el cadáver de Alan fue descubierto entre los setos, junto al camino que conduce a la capilla de San Andrés. Le habían arrancado la garganta -la cabeza estaba medio separada del cuerpo- y tenía la cara, las manos y los antebrazos lacerados con profundos arañazos. Maese Hugh, que se reunió con Hubert, el forense, en el lugar de los hechos, escuchó atentamente la conjetura del forense de que un lobo había causado la gran herida.
Y sin embargo... de ser así, ¿por qué no había sangre?
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)