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A Seat at the Table: The Life and Times of Shirley Chisholm
Cuando le preguntaron a Shirley Chisholm por qué se atrevería a presentarse a la presidencia, su respuesta fue: "¿Por qué no ella?".
Shirley Anita St. Hill Chisholm pasó de ser hija de inmigrantes en Estados Unidos a presentarse al cargo más alto del país. Su logro como mujer negra no fue a pesar de su origen, sino gracias a él. Se convirtió en la primera mujer afroamericana elegida al Congreso de los Estados Unidos y en la primera mujer afroamericana de un partido político importante que se presentaba seriamente a la presidencia de los Estados Unidos.
Perseveró gracias a sus firmes convicciones políticas y a su falta de voluntad para transigir en las cuestiones en las que creía. Chisholm desafió directamente a la clase política y triunfó porque movilizó a mujeres, minorías, jóvenes y pobres, no sólo en su distrito de Brooklyn (Nueva York), sino en todo el país.
Ella fue ese catalizador del cambio que dio voz política a tantos segmentos de la sociedad hasta entonces ignorados: las mujeres, las minorías, los jóvenes, los miembros de la comunidad gay, los trabajadores domésticos y agrícolas y los pobres. Su candidatura a la presidencia en 1972 fue una victoria porque forjó una campaña popular unificada en la que las voces de los que antes no tenían voz se unieron por la causa única de votar a alguien que apoyara sus intereses diversos pero colectivos.
Como han señalado muchos historiadores, sin Shirley Chisholm quizá no hubiera existido Hillary Clinton, Barack Obama o Kamala Harris.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)