Tubal-Cain

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Contenido del libro:

Tubal-Caín fue la ciudad más magnífica en tiempos de Noé, y la fundó el tataranieto de Caín, hijo de Adán. Este libro narra la historia del increíble viaje transmundano de Gabriel Zachery, un hombre corriente de los tiempos modernos que, contra su voluntad, fue alcanzado por un acontecimiento sobrenatural y transportado a la última generación del mundo antediluviano: la generación de Noé. Al final de su viaje, y de regreso a su generación original, narró su historia a su mejor amigo, el autor de este libro, que la grabó y transcribió "sin omisiones ni añadidos".

Si una persona disfruta con un thriller épico que combine la impresionante carrera de cuadrigas y el heroísmo de Ben-Hur, el maravilloso entorno de Avatar y las asombrosas escenas de Parque Jurásico, es probable que este libro le resulte apasionante de principio a fin. Se basa en hechos reales de la historia de la brutalidad del hombre hacia sus semejantes. Es una historia que las personas de todas las creencias, e incluso las que no tienen ninguna fe religiosa, encontrarán relevante para los tiempos actuales, e interesante desde el punto de vista histórico.

"Gabriel Zachary era una de las dos personas que quedaban en mi círculo íntimo de almas unidas por una afinidad visceral, a la que podía acudir en busca de refugio inmediato cada vez que mi alma se sentía tempestuosa por las intensas pruebas de mi vida solitaria, no para que mitigara superficialmente mis heridas carnales, sino para que calmara duraderamente mi espíritu agitado. Nunca ofrecía palabras de consuelo, pues sabía que mis problemas iban mucho más allá de lo que el bálsamo verbal de cualquier mortal podría aliviar. Escuchaba en silencio, con la concentración de quien está totalmente absorto en lo que se le cuenta, y casi nunca preguntaba nada, pero asentía con empatía cada vez que percibía que mi voz temblaba por la emoción. Pero la mayoría de las veces lo visitaba en su apartado bungalow, a orillas de un riachuelo que se desprende de la Pampa, sólo para pasar una o dos horas en una tarde de fin de semana y relajar un poco mi mente, que había estado trabajando durante los últimos cinco días para despertar el fervor de los corazones y las mentes del pequeño rebaño confiado a mi tutela.

Después de doce décadas de morar entre los antediluvianos, el lenguaje de Gaby había adquirido un estilo y un sabor distintivos. Al relatar su estancia allí, eran frecuentes sus expresiones exaltadas, y su dicción era tan elevada a mis oídos que me parecía que sólo vocalizaba lo que fluía a su conciencia desde una fuente excelsa. Decidí, por tanto, no alterar los aspectos literarios de esta saga, sino conservar las mismas frases y términos que el narrador utilizó en su crónica.

Tras transcribir sus palabras de mi teléfono al texto mecanografiado, me dispuse a publicar al mundo el testimonio completo, sin omisiones ni añadidos. He aquí, pues, la estremecedora historia de lo que mi difunto amigo presenció en Tubal-Caín, y lo que ello significa para nuestra generación actual, por increíble que la narración pueda parecer al lector".